Sexy boy (+18)

XLVIII

EMILIO

Después de mucho hoy iré a una reunión con mi familia, sinceramente no es algo que quiera hacer pero mi abuela me convenció y a ella soy incapaz de decirle que no; sin mucho ánimo luego de desayunar y lavar los platos me bañé, después busqué entre mi ropa lo que usaría hoy, elegí unos jeans negros, dirigí mi vista al área de playeras y ví un crop top que compré hace poco, se que se vería muy bien con mi pantalón pero iré con mi familia, por primera vez estaré cara a cara con ellos después de que se enteraran de todo lo que hice, después de que supieran que mi hermana todo el tiempo dijo la verdad y ya imagino los comentarios que harán si visto así, es por eso que eliminé la idea de mi cabeza y tomé una playera blanca básica, de zapatos opté por unos converse del mismo color que la playera, me puse un poco de perfume, desenredé mi cabello, me puse un choker negro, un par de pulceras y algunos anillos. Hoy decidí no usar maquillaje porque se que deben odiarme más que antes, se que harán comentarios y se que por muy fuerte que aparente ser lograrán herirme, se que hay una muy alta probabilidad de que llore y sinceramente no quiero gastar así mi maquillaje.

Cuando estaba listo salí de mi habitación encontrando a Joaco en la sala con su celular, tomé mis llaves y el ruido de éstas lo hizo levantarse de su lugar para irnos; todo el camino el único ruido era el del radio, el no hacía el intento de hablar y yo tampoco, solo estuve mirando por la ventana, cuando nos acercabamos a la casa de mi abue reconocí el camino, sentí mi cuerpo tensarse pero Joaco puso su mano sobre la mía tratando de relajarme, una vez estuvimos fuera de la casa sabía que no había vuelta atrás...

Antes de bajar tuve que mentalizarme de que solo estaba haciendo esto por mi abuela, bajé del auto y mi abuela que fue quien nos permitió el acceso a la casa nos llevó hasta el jardín donde estaban mis padres, mi hermana y un chico desconocido a lado de ella, al verme sus rostros cambiaron de una sonrisa a un semblante serio y sombrío, saludamos formalmente y fuimos a sentarnos cerca de mi abuela pero en cuanto lo hicimos mis padres entraron a la casa y mi hermana comenzó a hablar con el hombre pero sin dejar de mirarme de mala forma, mi abuela hablaba con Joaco pero ni siquiera ponía atención a lo que decían, mi mente estaba en otra parte...

Juan: (llegando al jardín) Como te decía, mañana vamos a tratar el tema de LOS HIJOS MAL AGRADECIDOS, hay casos sorprendentes, no imaginarias el tipo de TRAICIONES que pueden hacer
Niurka: Pobres de las familias que deben convivir con ESE tipo de personas
Romina: Creo que sería interesante que también hablaran de prostitución (mira a Emilio) Es lo más bajo que pueden hacer, por no aguantar su calentura y ganas de dinero facil arruinan hasta la imagen de sus familias
Niurka: Creo que es aún peor cuando se prostituyen y luego se hacen las víctimas, hacen que la gente crea que los educaron sin valores
Rosa: Silencio todos, de mi niño no van a estar hablando así, yo no te eduqué de esa manera, ¿Qué clase de madre hablaría tan mal de su propio hijo?, Es tu sangre
Romina: Perdió su lugar en la familia hace mucho
Rosa: No perdió nada, ustedes lo hicieron, cualquiera puede equivocarse
Juan: Pero no a ese nivel, primero faltando a las creencias familiares, luego vendiendo su cuerpo, ese no es el hijo que criamos
Emilio: Creo que es mejor que nos vallamos
Romina: Entendiste el punto
Rosa: No se va a ir, yo lo invité, no necesito recordar que ésta es mi casa y yo soy quien decide quien entra u quién no, tu hermano se queda, si no te parece, eres tú quien se puede ir
Romina: No puedo creer que después de todo lo que nos hizo aún lo defiendas
Rosa: Lo defiendo porque lo conozco, cuando el trabajo y los amigos eran más importantes yo me quedaba con el, sé cómo es y se que desde el inicio el no había hecho nada mal, los primeros en equivocarse fueron ustedes y le deben una disculpa, por eso le pedí que viniera
Romina: Yo no voy a disculparme con ese
Rosa: "Ese" es tu hermano, por lo que veo la única sin valores eres tú, desde que el nació solo le haz tenido envidia sin motivo porque siempre tuviste más atención que tus hermanos Niurka: Ya deja en paz a mi hija mamá
Rosa: Me dueles, estamos hablando de tu hijo, quien más te necesita ahorita y sigues dándole la razón a tu insoportable hija
Emilio: Abue, agradezco tu intención pero no me pidas volver si ellos estarán, no quiero que tengan problemas entre ustedes, después te visitaré pero cuando estés tu sola
Rosa: (lo abraza) Perdóname mi niño, en verdad quería ayudarles
Emilio: Lo se, pero tú lo sabes todo y espero entiendas que esto no lo necesito en mi vida, quiero estar en paz y así no será posible, si quieres vengo mañana nubecita
Rosa: Eres un angelito (acaricia su mejilla) te daré un poco de comida (toma su mano y lo lleva a la cocina)
Emilio: No es necesario abue
Rosa: Claro que lo es, estás muy flaco, apuesto este niño ni sabe cocinar
Joaquín: Se hacerlo pero parece que no le gusta mucho
Emilio: Mentiroso (lo besa)
Rosa: (toma sus manos) Me gusta verte feliz, con el si lo eres, no permitan que nadie les arruine su felicidad o los separe (mira a Joaquín) cuídalo mucho, tienes al bebé de la familia y su felicidad es lo que más importa
Joaquín: Así lo haré
Rosa: (les da la comida) Esto no salió como quería pero al menos logré que vieras otra vez a tus papás
Emilio: Gracias nubecita
Rosa: Alguien me pidió que te entregara algo, está ahí dentro, quiero que lo veas cuando estés en casa, cómodo y tranquilo, vallan con cuidado y me avisan cuando lleguen.