02

123 16 4
                                    


~FLASH BACK~


-Es un gusto conocerle... mi nombre es Tanjirou Kamado- decía el joven de cabello negro ligeramente alborotado con puntas de color burdeos hacia aquel hombre rubio con mechas rojas que se asemejaban a las de unas llamas intensas; quien ante su llamado, se giró a verle con una gran sonrisa sin dejar de degustar el bento que traía entre sus manos

-¡Mucho gusto! ¡Mi nombre es Kyojuro Rengoku, el Pilar de la Flama!- se presentó con mucha energía, siendo ambos conscientes de que ya se habían visto en la reunión del Señor antes de partir al Tren Infinito por su misión, pero prefirieron presentarse de manera directa por cortesía además de que, a diferencia de estos dos, Zenitsu e Inosuke apenas estaban conociendo a Rengoku... aunque este par parecía estar más interesado en "la bestia" que en hablar con este Pilar, sobretodo porque luego de su presentación formal este regreso en ponerle atención a su comida -¡Delicioso!- para Tanjirou era algo impresionante Rengoku, quizá extraño porque supuso que sería una persona seria considerando que Shinobu le había dicho que con él encontraría las respuestas necesarias acerca de la Danza del Dios del Fuego, y al verlo tan distraído le pareció muy confuso, algo que no fue desapercibido por este –Prueba- invito Rengoku en un acto de bondad a Tanjirou creyendo que la razón de su mirada fija era por ello, negándose en el momento, pero siendo callado de golpe por la insistencia del mayor que le coloco un poco de la comida en su boca, sorprendiendo de sobremanera a Tanjirou que, sea por su forma de comportarse o esa sensación que llegaba a transmitirle, logro tranquilizarse por lo menos un poco, saboreando lo que le había dado en la boca Rengoku, demostrando en sus ojos lo sabroso que estaba y, consecuentemente, hacerle reír por la carita que le demostraba -Debes probar cada bocado como si fuese el último de tu vida- empezó diciendo Rengoku a Tanjirou como el preámbulo de una gran enseñanza hacia un joven cazador que tenía un gran futuro por delante, ¿Cómo podía saber ello? Tenía un buen ojo para esas cosas, impactando al joven que le miraba con asombro e ilusión –Disfrutarlo, saborearlo, gozarlo- con cada palabra que decía, su mismo corazón ardía con intensidad por la emoción de transmitir enseñanzas a la nueva generación y prepararlos de cualquier forma posible, sea para la guerra o para la vida en general -Todo debe ser disfrutado... la comida, los viajes, las charlas con las personas que llegas a conocer, el cielo de una tarde tranquila o de una mañana lluviosa... incluso algo simbólico como "el amor" debe ser disfrutado

-¿El amor?- cuestiono confundido Tanjirou hacia Rengoku, haciendo que este olvidase por unos minutos lo que intentaba decirle al principio por algo que ni siquiera había considerado hasta ese momento, y del cual dijo así sin consideración del tema, por lo que se dispuso a pensar mejor lo que iba a decirle... olvidando incluso que tenía entre sus manos el bento para mirar de frente con una ligera sonrisa

-Puede ser de cualquier forma, entre padres e hijos, hermanos y hermanas, amigos o compañeros... también... el amor más común de todos, entre parejas- explicaba cómo podía Rengoku sin perder la emoción inicial, viendo en Tanjirou a un jovencito bastante impresionado que le escuchaba atentamente, como si se pareciese a un "alumno", un "subordinado" o, más bien, un "discípulo con intenciones de la sucesión".

-¿Y usted... se ha enamorado?- cuestiono Tanjirou con duda, interrumpiendo a Rengoku así como también sorprendiéndolo... generando de manera consecutiva que el mismo Tanjirou se ruborizase por tan extraña pregunta, actuando al instante de forma nerviosa intentando corregirse; lo cual, curiosamente, Rengoku decidió contestarle con una mayor sonrisa en su rostro mientras lo miraba con un aire de gentileza.

-No he tenido ese privilegio Joven Kamado, pero lo sabré cuando encuentre a esa persona especial

-¿Cómo lo sabrá?- pregunto Tanjirou ante esa duda persistente del tema, manteniendo ese brillo curioso en sus ojos al mismo tiempo que penoso y tímido, lo cual le hizo reír por debajo a Rengoku, descubriendo la respuesta correcta a esa duda que se estaba quedando en el aire.

Memoria de un tiempo perdido (Kyotan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora