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¡DELICIOSO!


Expresaba con cada bocado que daba a los bentos que comía durante su viaje en el Tren Infinito, sintiendo como su paladar "danzaba" ante aquellos jugosos sabores, disfrutando cada uno de ellos como si fuese el último que degustaría en su vida, al ...

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Expresaba con cada bocado que daba a los bentos que comía durante su viaje en el Tren Infinito, sintiendo como su paladar "danzaba" ante aquellos jugosos sabores, disfrutando cada uno de ellos como si fuese el último que degustaría en su vida, al mismo tiempo teniendo el ideal de estar esperando algo nuevo durante ese viaje... quizás a alguien que estuvo esperando "toda su vida", algo totalmente loco e inesperado para sí mismo que casi por inercia olvidaba en primer lugar las circunstancias por la cual había sido mandado a esa misión... aunque el hecho de, probablemente, conseguir a un "sucesor" de su puesto no era algo que debía ser tomado a la ligera... recuperando los ánimos y la energía inicial por la sola presencia de qué nuevos pasajeros no solo habían llegado al tren, sino que también de que los mismos se acercaban hasta donde él se encontraba, prosiguiendo en su degustación de los otros bentos que le quedaban como si no hubiera ocurrido nada.

-Disculpa... lamento interrumpir- una voz ligera y torpe logro escuchar a sus espaldas aun cuando gritaba por los aires lo gustoso que estaba la comida, incluso sin importar que fuese nuevamente llamado, Kyojuro Rengoku, conocido también como "El Pilar de la Flama" entre el cuerpo de exterminio de demonios, seguía gozando de su comida en espera de confirmar la presencia de aquel propietario de la voz con la sensación de "espera" que se resguardaba muy en el fondo de su corazón, como una llama pequeña que buscaba crecer fuertemente –Rengoku-san

-¡Delicioso!- era él, ese era el momento, no podía asegurarlo del todo completo, pero tampoco podía negarlo, muy dentro de las llamas de su corazón sentía que ese era el lugar y la persona a quien debía convertir en su sucesor, convertirse primero en su maestro y guiarlo para ser un pilar entre las nuevas generaciones; para su sorpresa, se trataba del joven que estaba en su reunión con el Señor previo a su partida, Tanjirou Kamado, acompañado de su grupo de compañeros y de su hermana demonio que aún seguía oculta en la caja que traía en la espalda... podía reconocerlo por su esmero y dedicación en no solo defender a su hermana ante los demás Pilares, sino que también de expresar que sería el mismo quien acabaría con la vida de Muzan... pero ese parecía ser el momento adecuado de conocerlo mejor, por lo que no dudo en invitarlo a sentarse a su lado... y tener una charla con Tanjiro acerca de lo que pensaba de él para el futuro.


Ven, toma asiento


Una misión en dicho lugar fue lo que les hizo presentarse directamente, más la pregunta acerca de una "Danza del Dios del fuego" proveniente del fallecido padre de Tanjirou logro que en tan poco tiempo pudieran conectarse ambos, a pesar de que ninguno se viese a los ojos durante la charla o que más bien pareciese ser una situación "incomoda" o "cortante"... el Pilar de la Flama asimilo rápidamente las habilidades, la pasión, la dedicación y el corazón del joven Kamado que... desconociendo completamente sobre esa danza, no dudo ni un segundo en reconocerle sus dones a través de un recorrido rápido a la historia de la respiración de la flama y de las distintas disciplinas que se ven derivados de las otras técnicas de los cuatro elementos, incluyendo a la vez sobre el color de su espada... nada fuera de lo usual de su forma de ser de Kyojuro.

Memoria de un tiempo perdido (Kyotan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora