Capítulo 2

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La lectura del libreto había sido un completo fracaso debido a la nula experiencia que tenían los nuevos voluntarios, haciendo perder la paciencia al protagonista de la obra. Peter y Jackson prometieron aprender sus líneas antes del ensayo con vestuarios, Nolan les concedió más tiempo a pesar de las protestas de Carter.

—No debí confiar en ti —se quejó Peter.

Si las miradas pudieran matar, el castaño hubiese muerto a causa de los ojos azules de Jackson. Lo observó con tanto rencor, como el que sintió por la mañana cuando tuvo que pagar la factura de la lujosa lavandería.

—No sabía que Carter era tan vengativo —dijo hastiado—, Nolan sabe que odio hacer manualidades.

El castaño suspiró mientras pintaba su vigésimo bastón de caramelo, no le molestaba hacer ese tipo de tareas, pero las quejas de Jackson hacían el trabajo insufrible. Al terminar el primer día de ensayos Carter había mencionado al profesor Nolan que necesitaría ayuda con la escenografía, algo que supuestamente hubiese tenido en orden si no tuviera que perder tiempo ensayando con los duendes nuevos, es decir: ellos.

—No ayudó que lo llamaras charlatán de Broadway —puntualizó Peter.

Jackson resopló, tomó su guirnalda de nieve y se alejó hacia otra mesa para seguir trabajando en silencio. Había sido una mañana muy larga debido a las constantes ordenes de Carter, no tenía tanta paciencia para tratar con un chico tan diligente como lo era Peter.

—Phil, ya tenemos suficientes esferas rojas —Carter amonestó a un chico alto—. No me gustan, píntalas de azul.

Phil era el encargado de la tramoya, por lo que no solo ayudaba a que funcionaran los mecanismos para que el teatro efectuara los cambios en el escenario, también se encargaba de la utilería y efectos especiales. Peter reprimió la sonrisa al ver que Phil casi había terminado de pintar las esferas de rojo, continuó con su trabajo temeroso de que Carter posara los ojos sobre él y encontrara algún error. Desafortunadamente se acercó a inspeccionar los bastones que estaban secos, levantando las estructuras de un metro para revisar cada centímetro del acabado.

—Ven aquí, duende número dos —lo llamó.

El castaño suspiró con pesar, se acercó a Carter a sabiendas de que tendría que comenzar desde cero con su trabajo. Para su sorpresa, también llamó a Jackson.

—Nolan me dijo que deben probarse los atuendos, las chicas de caracterización están esperando —les informó—. No tarden esta vez.

Ambos asintieron, limpiaron sus manos de los restos de pintura y se dirigieron hasta los vestuarios. Peter no quería hablar con Jackson para no tener que lidiar con su mal humor, pero cuando observó que el pelinegro se tensó al ver a las chicas que estaban en el camerino deseó poder preguntar algo.

—¡Jackson, qué sorpresa! No sabía que este año participarías —dijo una chica de pestañas voluminosas y cabello creativo.

—Hola, Tessa —respondió de manera seca.

Tessa lucía su cabello con mechones en una gama de colores verdes, a Peter le parecía una chica divertida y de apariencia amable por lo que no entendió la actitud de Jackson. Había otra chica que observaba detrás de ellos, estiró su mano hacia el castaño y le dedicó una enorme sonrisa.

—Elizabeth —lo saludó—, puedes llamarme Liz.

Peter sonrió y estrechó su mano, también asintió en dirección a Tessa.

—Peter Phelps —se presentó—, aunque estos días tambien me llaman duende número dos.

Jackson no pudo pasar inadvertido el hecho de que la chica que acompañaba a Tessa le pareció realmente linda, se preguntó porqué estaría tras bambalinas ocultando ese aspecto. Viéndola junto a Peter podría atreverse a decir que ambos compartían algunos rasgos, pasó por su mente el pensamiento de que últimamente tenía predilección por las personas castañas de ojos verdes.

Nuestro muérdago secreto (Jack Frost x Peter Pan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora