Capítulo 18: El fin de Crota. Parte 2.

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El puente de luz nos llevó directamente a una parte bien iluminada del plano ascendente. El camino de regreso se cerró en el momento en que todos bajamos del puente de luz. Está bien, no hay vuelta atrás.

"Extiende un poco pero mantén la guardia alta", le dije a mi llamada, sabía dónde estábamos, estábamos en las proverbiales puertas del palacio de Crota. Normalmente, los enemigos no aparecen hasta que comienza el evento, pero dado que nos enfrentamos a todos los comandantes principales del ejército de Crota y algunas unidades especializadas, estaba siendo muy cauteloso. Lentamente, bajé la escalera de caracol. Mi llamada me siguió de cerca, Nokris mirando hacia el otro lado, por el rabillo del ojo vi sus dedos apretarse en un puño. Una vez que llegué al fondo, mi convocatoria se extendió a las esquinas de nuestra plataforma relativamente pequeña. Una vez que todos confirmaron que no había colmena en el área inmediata, con la excepción de Nokris, aproveché este pequeño momento de paz para relajarme. Me senté en uno de los ataúdes como estructuras cerca del plato que construiría nuestro camino a través.

"Está bastante bien iluminado aquí. No esperaba eso dado que son criaturas de la oscuridad". Murmuré para mí mismo. Bahamut estuvo de acuerdo con mi sentimiento, dado este hecho, me di cuenta. No me lo pasaré tan bien con este segmento de la redada como lo hice con el otro. 'Realmente confié en mi afinidad con la oscuridad para llevarnos a través de la primera parte. Lamentablemente, esa no es una opción aquí, con mucha luz y poca sombra para lograr lo que hice antes. No sin una gran cantidad de maná, y necesitaría usar constantemente botes de maná o elixires para recuperarlo debido a la cantidad de invocaciones que tengo conmigo. Puaj.' Me pellizqué el puente de la nariz, esto será un dolor.

Consideré desplegar mi aire acondicionado ahora, sin duda ayudaría. Pero decidí no hacerlo por dos razones. El primero y más obvio, no habría suficiente espacio para ello en esta plataforma. Si bien no era pequeño de ninguna manera, era un tamaño cómodo para seis guardianes después de todo. Pero somos nueve, y dos de nosotros no somos exactamente pequeños. Entonces, agregar un mech de casi dos pisos de altura no ayudaría exactamente a nuestra situación.

La otra es una razón un poco más pesada en cuanto a recursos. Si lo implemento ahora, dudo que pueda reabastecerlo. Entonces, implementarlo ahora significa usar la mejor munición y, con ese gesto, las mejores armas, en todos los enemigos más débiles en lugar de en los grandes enemigos. Y aunque tengo fe en que podría evitar una buena cantidad del daño, es probable que el aire acondicionado se dañe lo suficiente como para que, cuando lleguemos al trono de Crota, el príncipe colmena rasgue la armadura de mi precioso robot como un pañuelo de papel mojado. El mero pensamiento de ese bastardo lastimando mi mech de esa manera, ejem, bueno. "No me gusta mucho esa imagen y prefiero que el aire acondicionado esté casi en perfectas condiciones cuando pelee con él". Me tranquilicé. No puedo permitirme entrar en mi rabia berserker todavía. Salto de mi asiento y llamo la atención de todos.

"Bien, chicos, la siguiente parte se va a poner un poco complicada. Ahora, si queremos matar a Crota y no a nosotros mismos, tendréis que prestar atención a lo que digo". Les digo, asienten y se acercan un poco más.

"Está bien, primero para crear el puente de nuevo, como la última vez, tendremos que pararnos en esta placa y permanecer allí hasta que el puente esté completo". Estaba a punto de continuar pero vi a Remains a punto de pisar el plato, presa del pánico más que un poco. Rápidamente agarré el hombro que no se estaba pudriendo. Casi empujándolo debido a lo rápido que corrí, pero mis alas se clavaron en el suelo detrás de mí y evitaron que cayéramos en dicho plato.

"Sostenga sus caballos. Pise ese plato ahora, y nos matará a todos." Le digo en un tono serio, Remnants asiente y se aleja del plato. Bueno.

"Ahora, tenemos que permanecer en el plato, pero solo después de que dos de nosotros nos paramos cerca de dos pilares o directamente en la sustancia pegajosa que gotean". Eleanor se atragantó y no la culpé por hacerlo. Me sentí un poco verde ante la perspectiva de intervenir en esas cosas también.

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