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Su cumpleaños era el día más feliz de su vida, al menos desde que conoció a Alycia, está última siempre la hacía sentir bien en su día. Este año creía que no iba a ser la excepción.
Se levantó de la cama, Alycia no estaba. Dirigiéndose a la cocina encontró una nota en la heladera en la que decía que tuvo que ir a trabajar y a una reunión, ya algo andaba mal y no le gusto, su pareja nunca olvidaba su cumpleaños. Se tuvo que preparar el desayuno, la ojiverde siempre lo hacía para ella en su cumpleaños.
Cuando terminó se sentó en la mesa del comedor a degustar su desayuno quería a la castaña a su lado en este momento. Durante el día recibió algún que otro saludo, contesto a todos ellos, pero no sé sentía bien, para nada bien.
Se sentó en el sofá y las lágrimas caían de sus ojos. Había perdido a sus padres cuando era niña, y tuvo que pasar aquellos años con unos familiares que nunca le dieron una muestra de cariño y por lo tanto no festejaban su cumpleaños. En este preciso momento se sentía de esa misma manera, su corazón le dolía y las lágrimas no paraban.
Había llegado el atardecer y con eso la llegada de Alycia a la casa, cuando cruzó la puerta lo primero que cruzó sus oídos fueron sollozos, su novia estaba llorando. Llegó a su habitación compartida y la vio ahí
—Nena ¿Que sucede? —le intento acercar la mano, pero T/N la alejo.
—Alejate... —tenía los ojos rojos e hinchados.
—¿Que hice amor? ¿Que puedo hacer? —la ojiverde se sentía mal por ver a su novia de esta manera.
—¡Mierda Alycia! ¿¡En serio te pudiste olvidar de mi cumpleaños!? —levanto su tono de voz—. ¡Maldita sea! Sabes que desde que estoy contigo mi cumpleaños es súper importante...
Alycia quedó en shock, se sentía una imbécil, una gran imbécil ¿Cómo podía haber olvidado el cumpleaños de T/N? Se acercó a la niña y la atrajo hacía un abrazo fuerte.
—¡Lo lamento tanto! Se que no tengo excusa, pero he estado tan ocupada con el trabajo que me olvidé completamente —sus ojos se llenaron de lágrimas, dolía lastimar a T/N, dolía mucho—. No sabes lo imbécil que me siento en este momento.
—Ya no importa Alycia... El día ya está terminando —casi que susurro.
—No me interesa si este día ya termina, voy a tratar de pedir unos días más en el trabajo. Voy a compensartelo, voy a hacerlo —sostuvo ambos lados del rostro de la menor con sus manos y se acercó para besarla y está respondió gustosa.
—Te amo Aly —se rio un poco.
—Yo también te amo mi niña —la volvió a besar.
—Aunque aún sigo algo enojada —hizo un puchero una vez se separaron del beso—. Pero hay una manera en la que puedes compensarmelo —le sonrió con picardía.
—De acuerdo nena, empecemos entonces —le devolvio la sonrisa.
Ambas se besaron fogosamente iniciando aquel acto. Alycia estuvo complaciendo a su pareja por lo que quedaba del día y en aquellos días que vendrían. Jurando no volver a olvidar aquel día tan especial para su niña.
