Flores del ático

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Off entro a la casa quitándose el saco, iba en dirección a su habitación cuando notó a su esposo sentado en el sofá.

—Gun ¿Estás bebiendo? Deberías tomar una ducha, te ves exhausto— Off se sentó frente a su esposo, a la vez que se aflojaba la corbata.

—Seguramente Soda Saeli también estaba cansada y por eso la llevaste de vacaciones—Gun bebió un sorbo del vaso. Off se paralizó, su presión bajo fríamente al oír el diálogo, una terrible seriedad apareció en su rostro.

—¿Quién te lo dijo? —interrogó el pelinegro recargándose en el sofá.

—Gracias ya lo confirmé—Gun tomo un profundo sorbo de la bebida, estaba estresado y tenía un enojo que solo el alcohol podía ahogar.

—Gun, no es nada serio—Hablo Off con un sentimiento de culpabilidad inundándole la garganta.

Su esposo soltó un suspiro—¿No? Y el departamento en Tokyo que ya pagaste por adelantado ¿Tampoco? —Gun le lanzo varias hojas de papel en la cara a Off, tenía todo un conjunto de pruebas en el mueble junto a él.

Off bajo la mirada avergonzado por sus acciones, así que torturado por su propia culpa se apretó los labios. Aquella sala estaba infestada de emociones dañinas que emanaban de ambos cuerpos.

—De verdad lo lamento Gun, lo lamento mucho, no merecías esto—Off cruzó las piernas y entrelazó las manos. Gun se peinó hacia atrás mientras una lágrima resbalaba por su mejilla.

—¿Pensabas seguir engañándome así? Después de todo—Gun sollozo tratando que las lágrimas no alterarán su voz —¿Creíste que te irías a vivir con ella mientras yo cuidaba de tres hijos? Off que— Gun miro hacia arriba e inhaló —Que hijo de puta eres.

Off no quiso ver a los ojos al más bajito, siguió con la postura firme de antes —No era lo mismo Gun, estabas tan concentrado en los niños, yo en mi vida profesional, ella estaba todo el tiempo conmigo, solo paso, te necesitaba, pero todo el tiempo estás cansando o estresado, no te culpo créeme, pero no sabes cómo me he sentido, la pasé mal también, he tenido muchas dificultades, no te importa y ella, ella solo me dio lo que carecía aquí.

Gun se quedó callado, no dijo nada, únicamente movía el pie como sinónimo de ansiedad, posteriormente se terminó la bebida de un sorbo y se levantó abruptamente del sillón.

—¡Por dios Off, es una niña, doce años menor que tú! —Gun trago saliva —Lo mejor es separarnos un tiempo, al menos lo que decidimos que vamos a hacer, no me importa si tienes que faltar al trabajo mañana, te llevas todas tus cosas, no quiero verte la cara en cuanto despierte-enunció el castaño subiendo las escaleras.

—¡Gun no huyas, vamos a resolver esto ahora mismo! —grito Off persiguiendo a su esposo.

—Ahora estoy muy molesto, solo diré cosas que no quiero decir y no vamos a llegar a ningún acuerdo—respondió Gun entrando a su habitación.

—¡Entonces dilas! ¡Di todo lo que quieras decirme, me tienes de frente, no seas cobarde! —contesto Off cerrando la puerta del cuarto.

—Largo de aquí Off—respondió Gun acostándose en la cama.

—¡Admítelo Gun, sabes que esto es irremediable, desde hace tiempo que se está yendo a la mierda, la razón por la que no quieres decirme nada es por qué tienes miedo a terminar con esto!— grito Off de repente el pelicafe se levantó para observar enojado a su marido.

—¡Cierra la puta boca Off, no te basto con haberme engañado, con verme la cara de estúpido, con haber comprado un maldito departamento para irte a vivir con una mujer con el dinero que era para comprar una nueva casa, con haberme sacado de la universidad, por haberme quitado mis sueños y con haberme arruinado la vida!—el más bajito lloraba de forma desgarradora mientras gritaba de coraje y odio.

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