Ocho Citas

Quinta cita: La propuesta

—Esto del divorcio es tan complicado, el avaricioso esposo de mi Off, le quitará todo—aclaro la novia de Off, sentada en el sofá mientras hablaba con su mejor amiga por teléfono.

—Es una injusticia, Off debería quedarse todo, el trabajo esos bienes, ahora resulta que él que nunca aporto dinero es quien más gana, solo por tener a los niños.

Off escuchaba la conversación de la chica sin intervenir, mientras se preparaba un ramen instantáneo, recordando espontáneamente que el mejor ramen del mundo era el de Gun... justo en ese momento recibió una llamada del susodicho.

—Hola ¿Pasa algo? — contesto el alto.

—Hola Off, pasaré la noche fuera con los niños, así que mañana búscalos a medio día— comento Gun mientras se retocaba el peinado antes de salir al escenario.

El pelinegro permaneció en silencio

—¿Desde cuándo te llevas a mis hijos por las noches? ¿A dónde irán? — hablo un tanto molesto.

—Tengo una vida por si no lo sabías, yo no la oculto y mucho menos alejó a los niños de ella— respondió firme.

Off frunció el ceño —No lo acepto.

—No te estoy pidiendo permiso, estoy avisándote.

—¿Estás con ese sujeto?

Gun estaba totalmente indignado, parecía que hablaba con un muro.

—Avisado— finalizo el peli rosa colgando sin más.

Off no quiso volver a llamar a Gun, era mejor pues realmente le molestaba que se llevará a los niños tan noche.

El pelinegro decidió no darle más vueltas al asunto y continuar en la preparación de su ramen, de repente, vino a su mente la imagen de Gun dormido en la mesa, esperándolo con la comida recién calentada, cada noche, sin importar lo cansado que estuviera. El pelinegro decidió olvidar esos detalles y concentrase en preparar su cena.

Al terminar agarro una cerveza y tomo asiento en el sofá junto a su novia, quién veía las premiaciones musicales del año y no dejaba de criticar los vestidos de las famosas.

Al pasar los minutos, al pelinegro casi le da una clase de infarto cuando vio a su esposo aparecer en el escenario.

Off pensó por un momento que era otra persona, pero al poner total atención supo que no era así, ese era el aún señor Gun Jumpol, vestido de gala cantando con una voz que rosaba la perfección.

Confirmo que era su marido cuando la cámara enfocó a sus hijos llorando de felicidad y aplaudiendo de orgullo.

Off entonces no supo si desmayarse o escupir la cerveza.

Optó por la segunda opción.

[...]

Off tuvo a los niños la mitad de la semana, gracias a esto supo lo que pasó la noche del viernes pasado, incluyendo "la visita" al apartamento de Tay, nombre que le estaba picando los sesos.

Lo primero que pensó al enterarse, fue en ir a buscar a ese tipo, romperle la nariz y decirle:

No te vuelvas a acercar a mis hijos y mucho menos a mi esposo

Pero problema; aunque Gun aún fuera legalmente su esposo, ciertamente ya se habían separado, lo único que los unía eran los niños y aquellas citas cerca de la recta final.

Off no pensó que el asunto con ese ídol para niñitas (como él le llamaba) fuera ir tan lejos, más al ver la situación supo que tenía que idear un plan para quitar a ese sujeto de Gun, aún tenía poder sobre su esposo.