Diez-diez.

Sus ojos tenían la peculiar forma de diez-diez.

Fue un detalle que tardé en notar.

Lo encontré mirando a la ventana del baño en otoño, luego de una lluvia abismal. No me vio porque yo me mantenía detrás de las cortinas observándolo por una pequeña abertura.

Tenía los ojos abiertos y no pestañeaba, solo miraba fijo al vidrio de la panorámica.

Noté la peculiar forma de sus ojos, dos líneas llenas de pequeñas pestañas un poco inclinadas hacia arriba.

No fue hasta unos días después, que miraba aburrido un reloj de pared analógico y a mi mente vino el recuerdo del chico cuando dieron las diez y diez de la noche.

Él es malditamente raro.

El chico de las estrellas #1 [soonhoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora