Capítulo 32 mi pequeña debilidad

6 0 0
                                    


Capítulo 32 mi pequeña debilidad

Michael:despierto al sentir que algo rozaba la piel de mi pecho desnudo eran los dedos de mi princesa que me estaban acariciando con esa suavidad que me vuelve loco sus delicadas manos son mi perdición, su mirada es mi debilidad, su voz me domina, su aroma me atrae como un imán que solo ella tiene el efecto que ella tiene en mí es increíble mi cuerpo tiene una reacción especial con ella pero me estoy conteniendo no porque no quiera hacerla mía si no que no puedo hacerlo hasta que me separe de Giovanna para poder casarme con ella y ahí si tocarla como quiero ahora no puedo ya que hice un trato con Giovanna. Cuando el pequeño esteban cumpla dos años ella y yo no separaríamos y yo le pediría la mano a mi princesa e irnos lejos de aquí tal vez regresemos a México o tal vez nos quedemos aquí pero iríamos a otra ciudad no lo sé, solo sé que amo a mi princesa la amo y no pienso alejarme de ella. Salgo de mis  pensamientos cuando oigo a mi nena decirme algo que logre entender como que  teníamos que pararnos para ir a la universidad que ya íbamos a llegar tarde a clase nos paramos esta vez fui a la cocina a hacer el desayuno mientras ella se bañaba y vestía cuando salió de bañarse vestida con un vestido corto un  poco más arriba de las rodillas unas plataformas un poco altas que la hacían ver un poco más alta de lo realmente es  y un maquillaje muy sutil en cuanto entra a la cocina le doy un beso y la abrazo por la cintura y le digo que se ve hermosa en ese vestido morado tomo su mano y la hago girar sobre su propio eje definitivamente mi princesa es hermosa su inocencia la hace ver hermosa y tierna a la vez y eso me gusta mucho quisiera darle todo de mi pero no puedo porque ahora estoy casado con una mujer que no amo y me duele no tenerla conmigo por mi estupidez no puedo tenerla como quiero solo es mi amante y yo por ella daría hasta la vida la amo y no me pienso alejar de ella no quiero perderla no quiero que un día despierte y que ella no este acostada en mi pecho dormida  y yo acariciándole el cabello y la espalda definitivamente amo a esa princesa de ojos azules hermosos como dos zafiros que me vuelven más loco de lo que ya estoy por ella quiero por todos los medios que sea mía pero aun no puedo hacerle eso sabiendo que soy un hombre casado pero con alguien que no amo pero estoy en contra de la infidelidad ya que papa nos enseñó siempre que la infidelidad es lo peor que un hombre podía hacerle a una mujer más aún si es alguien que amas. Yo no amo a Giovanna yo amo atenea y no puedo hacerle ese daño hasta que pueda ver la forma de separarme de ella

besos con sabor a caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora