con ojos de cervatillo y mirando el umbral de la puerta, lanzo una pregunta al aire, ¿hay alguien ahí?
un sonido afilado y un sofoco es lo que me responde.
me arrugo con las sábanas mientras las sombras se solidifican, ¿es ese un demonio que salió a través de una grieta?
me mira.
le miro.
en un simple y corto segundo, aquél ser se abalanza contra mí, agujereándome la garganta.
no puedo respirar.
llamo a la luna por ayuda, mas ella está tras la seguridad de la neblina.
quiero luchar.
con burla, desintegra mi faringe.
no tengo fuerza.
con las manos petrificadas, solo puedo ver las llamas frente a mí, aunque estas no logran evaporar el frío sudor que sale de todos mis poros.
mofa humeante se cierne sobre mí.
el mareo obliga a mis párpados caer, sin ser consciente de la posibilidad que no vuelvan a subir jamás.
no quiero luchar.
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guitarra sin cuerdas
Poetrymis lágrimas se convirtieron en palabras, por lo que decidí compartirlas para combatir la sequía.