no le gustaba la claridad, no le gustaba el ruido, no le gustaba la gente, no le gustaba el cielo, no le gustaba absolutamente nada. simplemente tenía que vivir, tenía que experimentar una palabra que no comprendía sólo para seguir hacia delante. ¿hay algo delante? se miraba en el espejo y lo único que veía era una mancha; un error, algo que no encaja en algo que no debería encajar siquiera. no le gustaban las formas ni tampoco el corte indefinido. su mente solo procesaba los fallos, los veía por todos lados, incluso su existencia es uno. jamás tuvo que nacer. solo con aparecer en el sistema ya era motivo para ir contra ella, porque nada le gusta a nadie, mucho menos los fallos. no puede ser que un ser vivo sobreviva sin corazón, es algo inconcebible; un fallo. quizá por eso no le gustaba nada; porque no podía sentir. no puede presenciar nada más que no sea la impureza, los vacíos y errores. se preguntaba si podría morir, aunque no esté viva. se preguntaba si, al dejar de respirar, el puzzle finalmente encaje y no haya espacio para más fallos que ensucien el bello paisaje de la unión.
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guitarra sin cuerdas
Poetrymis lágrimas se convirtieron en palabras, por lo que decidí compartirlas para combatir la sequía.