Imaginas, Relatos Cortos y Cuentos

Testigo de mi propio Entierro

Halloween, la peor época del año para personas con habilidades que van más allá de la razón y la lógica, terreno sobrenatural. Me refiero al "el tercer ojo" o poderes psíquicos. Aquellos que pueden ver, escuchar y percibir espectros, fantasmas, almas en pena, espíritus, ángeles y ángeles caídos.

Pues digamos que es justamente lo que me está pasando, no es nuevo para mí y tampoco me sorprende en lo absoluto, he aprendido a vivir con eso. Estas habilidades no las pedí, las heredé de mi madre y toda su familia. Sí, los Jonhson tienen esa habilidad.

Cuando tenía 8 años de edad, tuve mi primera experiencia paranormal, vi a niños fantasmas en un parque que frecuentaba mucho con mis padres, quienes me invitaron a jugar con ellos. Claro, hasta que tuve 11 años no entendí qué había pasado ese día.

En fin he aprendido a usar esas habilidades para el bien y a sobrevivir en mi día a día. Sin embargo, el mundo está tan mal y hay una guerra espiritual tan terrible que cada año empeora más la situación. Como hace dos días.

Estamos en mitad de octubre y las cosas raras han aumentado en mil, como el hecho de que soñé con mi propio entierro. Se que dirán ¿estás loca?, pero cómo es eso posible. Bueno si les soy sincera, para la lógica y la razón como la conocemos todos nosotros, es decir, los humanos, es imposible pero he allí el detalle.

Yo soy el 10% de la población, aproximadamente, que no forma parte de la realidad únicamente, si no de un mundo diferente o paralelo" el mundo sobrenatural. Aquel en el cual las personas como nosotros, con estas habilidades tan inesperadas, forman parte. Somos 50% realidad, 50% sobrenatural.

¿Qué sentirían si estuviesen presenciando su propio entierro? Pues...Terrible ¿no? imaginense si no pudieran ser oídos o vistos por sus propios amigos o parientes. Sino, que fueras un ser inanimado observando todo desde fuera. Cuando desperté en mi cama, a las 3 am de la mañana y sudando frío. Entendí que había sido una terrible pesadilla.

Recuerdo gritar y gritar hasta desgarrarme la garganta, golpear y golpear una pared invisible que me aislaba de todos los demás. Lo que vi fue lo siguiente.

Yo estaba a mano derecha, como dije oculta dentro de un campo de fuerza donde podía ver todo desde fuera pero nadie podía percibirme. Mis padres, hermano, mis mejores amigos y mi novio.

Yo estaba en mi féretro y me estaban enterrando, parecía que estaba muerta pero no, yo sabía que estaba viva. En teoría me estaban enterrando viva. Sin embargo, eso no era lo peor. Resulta que como podía ver y oír todo. Los escuché y no fue muy agradable lo que oí.

Mis "mejores amigas" Vera, Sara, Neri y Ale. Todas tenían algo malo que decir de mí. Había muchas opiniones y comentarios. Sin embargo, solo resaltaré lo que más me llamaron la atención.

-Al fin, ya no tengo que aguantar sus reproches, quejas, depresiones infinitas, de las que no quiso salir nunca y tampoco tengo que consolarla a cada segundo-Dijo Vera-

-Ya salimos de eso, gracias a Dios, era tan insoportable, siempre hablando de Darren, ya nos tenía hartas. Menos mal que ya se fue y no regresará. Ya no tengo que fingir que la entendía y la consolaba-Dijo Neri-

-Esto ha sido la solución que necesitábamos, las chicas y yo, ya no sabíamos cómo decirle que no queríamos hablar de su dramática vida, nos quitaba mucho tiempo, eran cosas absurdas, nunca escuchaba consejos y eso me cansaba. Era irónico porque nos pedía consejos pero no nos escuchaba en lo absoluto. Hacía lo que quería. Por eso dejamos de responder y ella tampoco siguió escribiendo-Dijo Sara-

-Conocí a Rebeca, era mi gran amiga en el pasado, pero perdimos contacto, la verdad me contaba muy pocas cosas porque siempre andaba muy ocupada y quizá no tenía tanta confianza conmigo. Admito que también fue mi culpa porque no suelo hablar con muchas personas. Sin embargo, siento que llegó un punto en donde no le respondía y ella también dejó de escribirme. Pero fue un gran alivio. No sabía cómo decirle que ya no quería hablar con ella. Solía ser muy molesta e insegura-Dijo Ale-

Ya había visto suficiente, me sentí muy mal, sabía que las molestaba mucho pero no sabía que era demasiado y que a veces me pasaba, no me daba cuenta y me gustaría pedirles disculpas pero por lo visto ya era muy tarde. Aunque esto apenas estaba comenzando.

Cuando pensé que no podía ser peor, pudo serlo...Resulta que mi novio estaba con una rubia materialista, con cuerpo perfecto, y atributos de silicona, super maquillada, era horrible pero él andaba super loco y enamorado de ella. Era toda una "chica material" una Barbie y pude sentir como mi interior hervía como el fuego. No la soporté, quise romper el sitio y sólo me lastimé. No solo pasaba eso sino lo que dijo:

-Ya quiero que terminemos esta pérdida de tiempo, al fin soy libre y mi conejita y yo tenemos muchas cosas que hacer y no perder tiempo en esta insensible que sólo arruinó mi vida. Fue mi peor relación. Espero que el sacerdote termine de una buena vez con esta desgraciada. Patético, vine por su familia, no por ella.

Yo no podía creer lo que estaba escuchando y lo peor fue lo que esa loca y patética chica dijo:

-Ya no podemos ir "bebé" esto esta super aburrido...

Dios, su voz era chillona de las que no soporto, toda ella era una desastre, era insoportable, insufrible, era pero que la tonta y patética esposa insoportable de mi primo hermano. Quería entregarla, en serio. Intenté hacerlo pero seguía igual.

Sin embargo, el peor comentario fue el que hizo "mi mejor amigo" ese fue el que me destrozó más porque fue muy cruel.

-Al fin soy libre, al fin puedo estar con mi novia sin ningún problema y sin tener a esa niñita super fastidiosa a mi lado, nunca me atreví a decírselo pero solo era su amigo por lástima, no sabía hacer más nada que deprimirse y yo dejaba de escribirle porque siempre que hablábamos terminamos hablando del mismo tema.

Nuestra conversación se volvió monótona y la verdad tenía más cosas de las cuales tenía que ocuparme. Incluyendo prestarle todo el poco tiempo libre que me quedaba a mi querida novia. Que Rebeca haya muerto fue la solución del siglo. Es mejor así, solo me debo preocupar por mi futuro, mi vida, mi novia, mi familia, mi trabajo y mis estudios. No debo preocuparme por el bienestar de una loca, psicópata, deprimida.

Eso me destruyó, no aguanté las lágrimas y me puse a llorar. Vi que pusieron tierra en mi entierro, pusieron rosas marchitas y luego todo oscureció. terminé en otra parte, hacía mucho calor pero no me molestaba. Allí me di cuenta que estaba en el infierno, rodeada de calor, azufre. Mis ojos se pusieron rojos sangre y solo pude decir.

-Los mataré a todos, se los juro.

Terminé tan asustada que me desperté de sobresalto, estaba sudando frío y supe que era una pesadilla, pero no pude dormir de nuevo. De hecho, me quedé llorando sobre mi cama abrazando uno de mis peluches. Como dije, este mes es un desastre...