Y si Fuera la Última vez? (Parte 3)

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Ya han pasado y no he querido moverme de mi cama. Cuando pensaba que estaba bien y estaba recuperándome un poco de mis decepciones en la vida, que han sido varias, no lo negaré, pasa esto.

Esa es la razón por la cual soy Atheo, me da risa porque si ella estuviera aquí seguro debatiriamos de esto por horas.

Parece mentira que ya nunca podré oír su voz, más nunca podré ver ningún tipo de sus mensajitos que tan bien me hacían sentir, era querido y no se cuan cierto estoy o si estoy loco pero intento hacer un reencuentro de mi vida, antes y después de haber conocido a Rebe....Es tan extraño, no recuerdo haber conocido a alguien o a  una chica para ser específico que tanto me haya querido como ella.

Aunque han pasado cuatro años de habernos graduado de la escuela y de no vernos o hablar en lo absoluto, sino hasta hace poco, a mí me parece que tan solo ayer estaba viéndola reír con sus amigas o incluso sobresaliendo en kinkingball o en volleyball, en la clase de Edu. Física.

No puedo creer que este muerte y de la noche a la mañana. Sin razón aparente, solo cosas del azar o del destino quiza? Muchas veces intento entender porque de todas las personas, una de las chicas más buenas y nobles, excelente amiga, le haya tocado su hora. Se que hubiera aportado mucho a mejorar mucho a esta sociedad asquerosa que nos rodea.

Si ella estuviera escuchando esto seguro me diría que todo pasa por una razón y que las casualidades no existen, ese es su lema preferido y lo decía muchas veces.

Son las doce de la noche y me encuentro viendo por la ventana de mi cuarto, aún con mis ojos aguados leyendo y releyendo su carta, su última carta. Quien hubiese pensado que sería así? Ni se cómo lo hizo, pero consiguió mi dirección y código postal y se aseguró que me llegará la carta.

Es más las cosas salieron también,que para un país como Venezuela, en dónde las comunicaciones son de lo peor, llegó muy rápido.

Aún me recuerdo ese fatídico dia, estaba llegando feliz de casa de mis primos porque lo habían bautizado y fuimos al evento, porque mi tío on muy católicos aunque no comparto sus mismas creencias pero fui porque bueno mi mamá me obligó, más que todo, y porque me encariñé con los morochos.

Cuando llegué, muy tarde en la noche, fui por algo de comer y vi un montón de cartas y correos sobre la mesa. Cómo se nota que por el apuro se la mañana del bautizmo, mis padres todo eso allí sobre la mesa y no le dió tiempo de revisarlos.

La curiosidad pudo más que yo, ya venía teniendo un mal presentamiento todo el día y no me sentía tan bien ese día, así que lo tomé y fui pasando una por una hasta que llegué a una que decía mi nombre, lo cual de por sí ya era súper raro, porque nunca recibo cartas y menos de este estilo, es muy anticuado. Sin embargo al ver mi nombre allí la intriga no me dejaba pensar.

Luego vino la otra parte que más captó mi atención y es que la carta efectivamente decía para: Carlos González y de: Rebeca Di Napoli, mi dirección, mi código postal y un enorme sello que venía de la clínica del Ávila, que cubría prácticamente toda la portada de la carta.

Hace días que no había hablado con Rebe, porque he estado ocupado y no he podido andar pendiente del teléfono entre el trabajo, mi estudios para ingresar a la Universidad y toda esta situación de Covid-19 que nos tiene desquiciado a todos.

Tomé la carta, me llevé mi comida al cuarto y estando sobre mi cama abrí y leí la carta.

Básicamente era ella contándome que había sido unos de los casos positivos de Covid-19 de tantos que abundan en Venezuela, que al principio era asintomática pero  que luego debido a que era asmática y luego le diagnosticaron con rinosinocitis alérgica, le atacó muy rápidamente su vías respiratorias y terminó conectada a máquinas porque no podía respirar por si misma.

Imaginas, Relatos Cortos y CuentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora