Imaginas, Relatos Cortos y Cuentos

Becca Luzbell parte 2

Narro yo

Las semanas seguían pasando y a pesar que yo creía que todo estaba bien con José, pues no, resulta que luego de ese día no me volvió a escribir ni hablar y así pasaron los días, entendía que estaba con su novia, que tenía Miles de cosas de hacer con la Uni pero eso no quería decir que no pudiera escribirme un hola al menos.

Estaba tan deprimida que si no fuera por un antiguo amigo de mi mejor amiga Vera, quien nos presentó, y con quién no hablaba desde hace rato.

Vera me comentó que el le había escrito para felicitarme por mi cumpleaños y yo le dije:

- Hey gracias, sabes pásame el teléfono para fastidiarlo un ratico

Ella se rió me lo mandó y de allí comenzamos a hablar y saben eso me ayudó porque en ese momento toda mi vida se había destrozado...

Primero todo esto que está ocurriendo con Becca y conmigo, mi despertar llemémoslo así. Segundo el problema con José que pensé que se había solucionado pero no. Tercero la ruptura con mi primer ex,  legal,  que se como tremendo patán pero de quién no tengo ningún odio sino lástima Proque a él le falta demasiado amor, amor que a mí me sobra. Cuarto el peo de la tesis. Toda mi vida se estaba rompiendo en mil pedazos.

Gracias. Ronald me fue ayudando con todas esas cosas y saben, él si me comprendió mucho más de lo que creía y me aceptó tal cual soy y somos.super buenos amigos pero hasta mi problema es que Becca y yo estamos perdidamente enamoradas de la misma persona. Sí José. Lo cual es terrible por tres razones el tiene una novia  de quién  no diré nada porque no seré responsable de mis palabras, luego que el no siente lo mismo y por último que es terrible porque siento que Becca y yo terminemos peleando en una batalla acampal por él, es decir, nada bueno.

Sin embargo me tranquiliza por ahora que sea así porque eso evita que lo viera ya que no puede por sus sentimientos pero son embargo estoy trabajando día y noche para entenderla, aceptarla, comprenderla y que no me tomé por sorpresa en nada.

Después de todo la que manda aquí soy yo, no ella, y eso no es discusión. Voy bien. Estoy mucho mejor que antes pero al mismo tiempo soy consciente de que apenas esta es la punta del iceberg pero no me rendiré. Lo juro.