Capitulo 16

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Sentí su mirada quemar mi espalda cuando partí en dirección al departamento de Derek, me desconcentro su forma de mirarme, creo aun estar en shock. Nunca lo vi de esa forma, él siempre porta una sonrisa, o de repente en casualidades frunce el ceño, sin contar cuando se enoja, que constantemente es mi culpa. Las palabras de su madre aun están imperas en mi mente, asiendo que cada recuerdo e imagen llegue a mi mente, no le deseo el dolor de perder a su héroe, a su luz y sabiduría de un día para otro. Creo que el dolor físico no cuenta, el que te rompan las costillas o que te desangres lentamente no duele tanto como sentir como una parte de ti se desprende y sabes que nunca volverá.

Deje la motocicleta en el estacionamiento, junto con la de mi mejor amigo y decidí subir a pie hasta el 8vo piso, sin importarme los quejidos de mis músculos al subir, con mi mente aun volando no le veo el sentido de quejarme o reclamar.

(…)

Entre lentamente a la habitación de Derek, con el cuidado de no despertarlo, fui hasta su velador y arrugue la hoja con la nota que había dejado, ya que claramente ya llegue y él ni siquiera se a dado cuenta, no creo que siquiera haya abierto un ojo. Me senté en el borde de la cama con la mirada perdida en mis botas militares negras.

Sin razón alguna lleve mi mano a m mejilla, aun puedo sentir su mano temblorosa y cálida en mi cara, sobando suavemente.

Sacándome de mis pensamientos sonó el despertador, indicando que ya es lunes por la mañana… tengo que ir a al instituto y veré a Jack, no sé si creerlo no, ¡No lo sé! Sus ojos suplicantes aun me dan escalofríos.

Me metí a la ducha aun confusa, no sé que hacer ¿Qué quieren que haga? Esto sobre pasa los limites de rareza y me enfurece no tener respuestas claras.

-Tengo que hablar con Connor. – dije para mí misma, es mi mellizo, papá dijo que Ben también sabe sobre estas cosas, pero también dijo que tenía que darle su espacio y no presionarlo. Bufando y gruñendo salí del baño con una toalla envolviendo mi cuerpo desnudo.

Ya vestida trate de despertar a Derek, pero él imbécil duerme como oso en plena hibernación.

-Derek, -lo zamarree por decima vez consecutiva- ¡Derek! –Gruñí con los dientes apretados- ¡Maldito imbécil si no te levantas ahora me voy a ir por mi cuenta! –apreté los puños tratando de controlarme.

-Ve tú, no me siento bien, creo que no fue buena idea comer una pizza que probablemente fue de la semana pasada. –sollozo tocando su estomago y haciendo muecas.

Bufe y me pare, ya que me había puesto de concluyas para estar a su altura.

-Está bien, como quieras, Tyler ya se fue y es probable que llegue tarde, no paraba de decir “mi jefe me va a matar” mientras trataba de colocarse la corbata. –tome mi bolso del suelo y comencé a poner los cuadernos del día… ¡Já! Como si esto fuera a pasar algún día, llevo mi cuaderno de dibujo, unos lápices y una manzana, creo que es lo máximo que meto en mi bolso para clases ¡Que bah! Ni que fuera a muchas.

-Me las puedo arreglar solo. –dijo con los ojos cerradas, acurrucándose en la cama, que por cierto se ve muy cómoda.

-Bueno engendro, nos vemos en la tarde o no sé, quizás vuelva a la casa de mi padre o de Connor, no sé muy bien como decirle, -hice una mueca y le di un beso en la frente antes de caminar hasta la puerta, pero cuando estuve por salir me di vuelta y lo apunte con el dedo índice de manera acusadora-No quiero ninguna puta en este departamento Derek. –achine los ojos cuando una sonrisa traviesa se posa en su rostro.

-Me encantaría, lo admito, pero a menos que la chica quiera que le vomite enzima, no creo que vaya a pasar. –soltó otro quejido de sus labios y salió corriendo al baño, desde donde estoy puedo escuchar como vomita, haciendo que arrugue mi nariz y me dé la vuelta para salir de la habitación.

Ya en la puerta principal le grite; -¡No vomitas mucho, porque ni ti, ni Tyler, ni yo limpiaremos tu mierda! –me reí por el gruñido que me lanzo como respuesta.

(…)

Cuando llegue al instituto en mi Harley todos se quedaron –como siempre- mirándome, algunos con sorpresa porque vine, otros con miedo, rencor, asco, etc. Solté un gruñido y camino a largas y firmes zancadas hasta dentro del instituto, ya a dentro fui a mi taquilla y saque mi horario.

-Genial, llevo medio año de clases y aun no se me mi horario. –bufe y leí que me toca Artes. Por lo menos algo bueno me pasa en este último tiempo.

Tomando mi croquera de Artes, me fui caminando hasta el salón. En la puerta del salón me encontré con la persona menos deseada para mí en estos momentos.

-Alex, tenemos que hablar. –me miro serio y sus ojos completamente grises me miran fijamente, estudiando cada uno de mis movimientos, aun que no he hecho nada desde que lo vi, mi cara de poker y mi postura relajada de siempre no permite que me lean.

-Cuando termine la clase Jack, de verdad no me quiero enojar contigo o con alguien en este momento, ya mucho tengo con no haber dormido nada y eso no ayuda a mi humor de mierda. –lo empuje y entre completamente en el salón, mirando hacia todos lados, corrí al último puesto libre del fondo, obligando que Jack se sienta con el primera fila con los ñoños, un lugar donde el profesor de observa como su presa preguntándote todo a ti.

Alex LindermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora