Cap 11.- Ojos

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-No soy quien para decirte lo que debes hacer, pero no me quedaría mucho con Elarya- me sorprendió volver a escuchar la voz de Tau sobre todo porque Aruma le debería estar echando una buena bronca

-Dame tres razones y muestras de que lo conoces de antes- respondí sin molestarme a abrir los ojos

-Lamentablemente, aunque te lo contara no me creerías y aunque merece la pena seguirte hasta tenerte, no soy de esos así que... Que te parece si empezamos de nuevo, sin ningún tipo de niñería ni rencor- sentí como metía los pies en el agua, cerca de los míos

-Tú eres el que supuestamente sabe todo, así que, ¿Merece la pena?- abrí los ojos, visualizando al enorme pelirrojo a mi lado

-Si soy yo el que te dice lo que debes hacer el juego no tiene gracia, ¿No crees?- se bufó de mí

-Supongo que me la jugaré, pero debes contarme algo- intenté negociar

-Si pudiera lo haría pero repito, no te creerías ni la mitad de la historia. Prefiero conocernos antes de nada y con el tiempo contarlo, ah por cierto, no le digas nada a nadie de la aldea ni de lo que ha pasado porque nos metería en más problemas de lo que crees

-Me debería acostumbrar a este lado misterioso tuyo, ¿Verdad?- afirmó con la cabeza-. Está bien. Soy Yarah –le tendí la mano con intención de volver a empezar, le saqué una risa

-Tau, encantado- la apretó para después tirarme al agua-, te acabo de conocer pero tengo la sensación de que te he visto más veces en el agua

-Sácame de aquí, estúpido- le gruñí para después subir a la roca y pegarle, sin que opusiera resistencia

Básicamente nos quedamos por bastante tiempo hablando en el lago hasta que los hongos empezaron a bajar su intensidad luminosa y decidimos volver a las cabañas con los demás, yo cogí algo de ropa limpia y me bañé en el curioso baño. Constaba de un váter corriente, un lavabo, una ducha de piedra y un bidé. En el patio común que tenían las dos cabañas (Ambas se encontraban conectadas por la parte de atrás) había un gran jacuzzi con bastante espacio con hierba, un lugar bastante agradable, la verdad. Me duché y cambié para posteriormente volver a salir con los demás a la hoguera, la mayoría calentaban nubes de azúcar al estilo de las pelis. Me senté al lado de mi amiga marroquí mientras intentaba enterarme de la conversación, aparentemente todos estaban intentando presentarse, aunque Tau simplemente apartaba la mirada, obviamente incómodo.

-Yarah, como has podido aguantarlo dos días estando solos- creo que a veces Camille no pensaba mucho antes de soltar las palabras

-Pues... no lo sé, de hecho fue el quien empezó a hablarme, si mal no recuerdo- le solté una angustiada mirada al pelirrojo, esperando que intentara abrirse con el resto del grupo

-Siento haber salido corriendo el primer día, me puse nervioso y sólo se me ocurrió hacer eso- intentó excusarse

-No te preocupes, todos estábamos igual que tú, solo encuentra a alguien con quien hablar y todo será más ameno, aunque todos estamos de acuerdo en que ya la has encontrado- soltó Max para después mirarme

-Por cierto, Ava y yo nos hemos dado cuenta de algo curioso. Max, ¿Con quién te llevas mejor del grupo?- intervino Edda

-Con Mai, creo

-¿Nadia?- volvió a preguntar

- Creo que Noah- respondió, algo dudosa y raramente me esperaba que iban a volver a sacar el tema del color de nuestro iris

- Camille

-Min Ho

-Yarah fue la primera en encontrar a Tau y él sólo se ha abierto con ella, o eso creemos- Ava me dedicó una mirada curiosa

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⏰ Última actualización: Oct 20, 2021 ⏰

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