☯︎ douăzeci şi patru (24)☯︎

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No era un día especial, no era el cumpleaños de ninguno de los dos, ni su aniversario o tan siquiera navidad pero Taehyung se sentía en la necesidad de regalarle algo a Hoseok.

Así que recostado en su cama y mirando al techo se preguntaba que era eso que le podría dar a su hermoso Omega.

¿Tal vez un espejo? Para que vea lo hermoso que es.

¿Un collar de oro? Nop, no tenia dinero para tanto.

¿Un collar con un lobito que atrás tenga las iniciales de ambos? No, es muy convencional.

Y entre pensamientos y palabras dirijidas al techo no se percató que su hermano lo llamaba.

Jimin entro al cuarto y vio a su hermano tan perdido en su mundo que tomo una almohada que estaba la pie de la cama y se la aventó a la cara.

Taehyung respondió alterado y saltando de su tan cómoda cama.

—¿Que paso?.— pregunto asustado.

—Idiota.— respondió Jimin.

—Mas respeto que soy tu mayor.— dijo ofendido.

—Si, tan mayor que ya te quedaste sordo, tal vez en unos meses quedes impotente y Hoseok te deje.

—Deja de hablar tonterías y dime porque me tiraste una almohada a la cara baboso.

Hay, el amor entre hermanos es la cosa más hermosa que puede haber.

—Mamá quiere que vallas por unas cosas para la cena.— dijo Jimin tranquilo cruzándose de brazos y recostandose en la pared.

—¿Y yo que soy, su mandadero?.— pregunto molestó pero no duro por mucho hasta que el miedo lo domino por completó.

Ahí en frente suyo y detrás de su hermano estaba su madre— ¿Que dices mocoso?.— hablo amenazante Sora.

—Nada mamá, solo digo que ya me voy.— tomó una chaqueta negra y su billetera, olvidando por completó el celular. Se dirijo hasta su madre quedando cara a cara.

—Esta es la lista de lo que quiero que traigas, no te demores mucho.— dijo entregándole un pequeño papel y besando la mejilla del mayor de sus hijos. Jimin y Taehyung hicieron cara de asco.

—Okey mamá ya me voy.— dijo con su cuerpo entumecido, su madre era poco afectiva y cuando lo sorprendía con sus besos en la mejilla o caricias en la cabeza era tan raro que congelaba su cuerpo por completo.

Caminando como si fuera una estatua se dirigió hasta la puerta abriéndola y saliendo lo más rápido, estando afuera sintió el aire fresco del atardecer golpear su rostro, tomando una postura mejor y caminando normal se encaminó al súper de unas cuadras.

Al llegar compró esto y aquello, todo lo que estaba en la lista para ser más precisos se demoró 30 minutos en decidir si sería mejor las papitas picantes o las normales, ya tenía hambre y un bocadillo antes de la cena no caía mal.

Fue a la caja para pagar todo lo comprado y aún su mirada se posaba en cada estante del lugar pensando que le regalaría a Seok.

DOR༄ «𝑉ℎ𝑜𝑝𝑒»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora