Sentimientos Encontrados.

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Arianhrod POV.

No era poco común que Blaise invitara a Nerea a hacer cosas juntos: se pasaba bastante tiempo del día con ella y la incluía en sus bromas con Draco, su inseparable compañero de aventuras escolares. Ellos también hablaban de sus conquistas, aunque Nerea rara vez le decía algo sobre sus cuitas en este sentido, porque era mucho más consciente de sus sentimientos románticos por Blaise que él de los suyos.

Theodore y yo nos habíamos dado cuenta en segundo año que Nerea se sentía más que atraída por Blaise y también observamos que ese era un secreto que guardaba con más celo que la historia de su familia, por lo que nunca la obligamos ni la engañamos para confesarlo abiertamente. Sin embargo, aunque sabíamos que Blaise adoraba a Nerea, no fue hasta tercero que Blaise pareció asumir sus propias emociones... al menos de forma inconsciente.

De cualquier forma, ambos tenían una relación estupenda, y cuando estaban juntos parecía que teníamos una fuente de energía vital a nuestro lado. Era por eso que cada año festejábamos el cumpleaños de Nerea sólo nosotros cuatro, ya que de ese modo lo disfrutábamos más porque todos los integrantes, al confiar tanto entre nosotros, nos distendíamos para ser quienes éramos, sin máscaras ni fingimientos, sin guardias altas ni mensajes crípticos.

Tal como Nerea dijo en clase de Pociones, al convertirse la festividad en un ritual cuidadoso de amigos, siempre teníamos la misma dinámica y los mismos horarios, más que nada porque eso era lo que ella necesitaba: una constante muestra de cariño que contrarrestara el infierno que vivía en su casa cuando no estaba en Hogwarts. En consecuencia, era un detalle que ella apreciaba mucho y por eso mismo cuidábamos que saliera bien.

Lo que ella no sabía es que aquella ocasión las cosas iban a cambiar un poco. Cursábamos ya el quinto año y Theodore y yo decidimos que aquellos dos tenían que empezar a tomar su propio corazón más en serio, ya que lo estaban perdiendo. Si bien mucho más rápidos que nosotros en las cuestiones sexuales, ellos dos eran mucho más patosos en los asuntos del corazón y temíamos que, una vez hecho algo que no pudiera repararse, no se arriesgaran a seguir adelante con lo que realmente importaba.

Para ser honestos, a mí me preocupaba más lo que hiciera Nerea que lo que hiciera Blaise. A estas alturas del partido, todo Hogwarts sabía que podían poseer el cuerpo de Blaise, pero su corazón no estaba disponible, por la sencilla razón de que no se ataba a nadie y parecía no conocer siquiera dicha noción. En cambio Nerea tenía la reputación de veleidosa y eso más que nada porque hacía las cosas de una manera que parecía impredecible aunque en realidad sólo era la fachada que le permitía mantener escondida su verdadera debilidad. Por eso es que dejaba que Blaise libremente le contara todas sus confidencias, incluso las que deberían dolerle: Sabía que, por mucho que él anduviera en las faldas (o pantalones, Blaise era aventurero en más de un sentido) de alguien más, si ella silbaba, él vendría a ella, como siempre, como nunca.

Yo lo que temía es que un día Nerea se cansara de asumir algún tipo de esperanza hacía Blaise (si es que alguna vez tuvo alguna) y decidiera alejarse para proteger su coraza, su reputación y el corazón que tenía, aunque lo negara todo el tiempo. Si eso sucedía, no importaba mucho lo que Blaise decidiera: Porque ellos se asumían como amigos y eso era lo que él le había prometido para toda la vida, sintiera o no algo distinto... ¿Y cómo iba a ella seguir aceptando semejante delirio?

Si me preguntan a mí, los dos eran exasperantemente tozudos en esta situación. Theodore y yo no estábamos ya dispuestos a seguir aburriéndonos viéndolos atrapados en su propia trampa. Tampoco es que creyéramos que podíamos ser celestinos de los dos tan fácilmente: haría falta coraje y mucho tiempo por parte de ambos para definir su relación, pero, precisamente por ello, era momento de iniciar con esa parte del proceso.

La Pelea.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora