El día que recorrí esas calles,
las que nos acobijaron con su manto de estrellas,
Recordé las noches en donde decías quererme
En donde yo sentía que podría bajarte la estrella más brillante del cielo apaciguado,
y ponerla como la luz que calme tus miedos,
como cura resuelta para que la noche no te abrume con mi ausencia.
Te siento
Y tú ya no estás.
Estás
Y yo estoy tan lejos -de tus labios-
De los recuerdos que golpean en contra de mi voluntad,
De esa parte de mí que niego, por el ego.
El sentimiento se me quedo marcado, y es tan ajeno a mí, como cercano.
Este fuego imparable ni mis lágrimas -ni las tuyas- lo pueden apagar.
Te volví a ver aquella tarde,
Me sonreíste,
Ahí fue donde supe
Que olvidarte,
Era imposible.
Mi corazón lo cargas como llavero en tus manos,
Desde que te fuiste:
Estás cuatro paredes sólo son lo que son,
no encierran más que tristeza, pena, soledad.
Insulsas
Sedientas de lo alguna vez llego a oler.
A ti.
Mi cuerpo me pide que te traiga de vuelta,
Para sentirte y sentirme en casa.
Y no sé como explicarle al vacío que dejaron tus palabras
que volver aquí ya no es una opción para ti.
Mis labios están ansiosos:
De tus manos fuertes,
De tus abrazos cargados de paz,
De acariciar tu cabello
Y quitarte las penas, de besarte
Y que se me olvide la hora,
el lugar, el mundo.
Contar tus pestañas,
Limpiarte las lágrimas cuando la tristeza no te quepa en el cuerpo
De amarte
Y que tu me ames.
Mi necedad no me permite dejarte ir,
Tu recuerdo se mantiene tan vivo
que a veces te escucho reír
o llamarme por mi nombre.
Y no importa
verdaderamente no importa.
Tú no tienes por qué preocuparte,
Por qué yo tengo
Una vida entera
Para gastarla en ti.
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El baúl de los enigmas - del romance y su comedia
PoetryAquí yacen mis recuerdos, mis amores fallidos y fantasía. Que mi poesía sea consuelo para mi alma tan vacía, y mi alma vacía sea inspiración para mí poesía.