Mis manos temblaban ligeramente, y mi mente luchaba por mantener la compostura. Esto no era fácil, no lo era en absoluto. Estar frente a tanta gente, revelando pedazos de mi vida, se sentía como caminar por la cuerda floja, sabiendo que una sola palabra podría hacerme caer. Pero, cada vez que mis ojos se encontraban con los de Jungkook, todo lo demás se difuminaba. El ruido, las dudas, los nervios... todo se desvanecía. Él tenía esa manera de hacer que el tiempo se detuviera.
Aclaré mi garganta y respiré profundamente, buscando la fuerza en los recuerdos que compartíamos. Volví a alzar la mirada, y me dirigí a él una vez más, retomando el hilo de mi discurso.
-¿Recuerdas cuando teníamos quince años y el idiota de Im me dejó plantada? -dije con una sonrisa amarga, notando cómo los ojos de Jungkook se abrieron desmesuradamente al escuchar aquello. Lo miré directamente, y la confusión en su rostro era innegable. Habíamos jurado no hablar de eso nunca más, habíamos enterrado ese día en lo más profundo de nuestros recuerdos por mi propio bienestar emocional.
Podía ver cómo pasaba saliva, sin saber qué decir. Nos habíamos prometido mantener ese secreto solo entre nosotros, pero algo dentro de mí ya no podía sostener esa carga. Necesitaba sacarlo. Las emociones se agolpaban en mi pecho, y la verdad que siempre habíamos ocultado parecía arder en mis labios, exigiendo ser dicha.
-Sé que lo recuerdas -continué, viendo cómo su expresión lo confirmaba antes de que él pudiera decir una palabra-. Sé que prometimos jamás contárselo a nadie, que nunca hablaríamos de ello... pero ¿sabes qué? -tomé aire, sintiendo una extraña mezcla de liberación y vulnerabilidad-. Ya no me importa. Y, ¿sabes por qué? Porque ese día... ese día fue uno de los mejores días de toda mi maldita adolescencia.
El silencio en la sala se volvió más obvio. Pude ver las miradas curiosas de los demás, intentando comprender qué tan importante era lo que estaba diciendo. Pero para mí, aquel día había marcado un antes y un después. No por lo que pasó con Im, sino por lo que pasó después. Ese día había sido el día en que me di cuenta de que Jungkook siempre iba a estar allí, incluso cuando todo parecía derrumbarse.
Me aferré a su cuerpo con tanta desesperación que apenas podía contener los sollozos que rompían mi voz.
-J-Jungkook... -mi voz salió rota, desgarrada-, ¿por qué a mí? ¿Acaso me veo tan mal? ¿Soy tan fea para que él no quiera salir conmigo? Soy solo una burla...
Las palabras cayeron pesadamente entre nosotros, llenas de autocompasión y una tristeza que había reprimido durante tanto tiempo. Estaba rota, sintiendo que mi valor dependía de cómo los demás me percibían, y eso me estaba destrozando.
De repente, sentí sus manos apartándome suavemente de su pecho. Lo miré, confundida y vulnerable, mientras sus manos rodeaban mi rostro con cuidado. Sus dedos eran cálidos, firmes, como si quisieran anclarme al momento, impedir que me hundiera más en mi propio dolor. Lentamente, levantó mi cabeza, obligándome a mirarlo a los ojos.
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Love's Legacy | JJK ✓
Fanfic𝑴𝒊𝒏𝒊-𝑭𝒊𝒄 𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀|| Los recuerdos son una forma de aferrarte a las cosas que amas y las que no quieres perder, y eso TN lo sabe muy bien, por eso hará que Jungkook recuerde cada una de las cosas que vivieron juntos, a pesar de que...