La nueva ministra

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┅┅━━━━ ۵ ━━━━┅┅CAPÍTULO I ┅┅━━━━ ۵ ━━━━┅┅

"Quiero pensar que mi hijo y mi nieta son dos estrellas que me dan las buenas noches cada vez que sale la luna

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"Quiero pensar que mi hijo y mi nieta son dos estrellas que me dan las buenas noches cada vez que sale la luna."
—Apolline Boswell.

Su casa era un absoluto y completo caos. Más de lo normal.

Dos aurores vigilaban desde un coche en la entrada de la vivienda, sabía que otros dos estaban al final de la calle y otros dos al principio. Por detrás de la valla del jardín trasero había una mujer disfrazada que paseaba a su galgo, que en realidad era un auror animago cuya transformación adquiría esa forma.

Se apartó de la ventana, pues el galgo había detectado su presencia espiando a través del cristal.

—Estoy harta de esto.— se quejó en voz alta. Shiva giró la cabeza alarmada y maulló expresando su conformidad con lo dicho por su dueña.

—Pues te vas a tener que aguantar, princesita.— se sobresaltó al escuchar la voz de su padre a sus espaldas.

Ambos compartían el mismo cabello pelirrojo y las mismas pecas que les salpicaban todo el cuerpo. Rose se giró para encararlo con expresión asqueada.

—Mamá ahora ha afrontado ese cargo.— dijo con paciencia. —Ahora es una persona muy importante.

—Ya lo era antes.— y era cierto, todo el mundo mágico conocía a sus padres y a su tío Harry. Su padre se llevó una mano a la nuca y sonrió nervioso.

—Ahora lo es más.— volvió a sonreír y Rose dirigió su mirada a la ventana, donde la mujer con el perro ya no estaba. —Rosie, a mí tampoco me gusta esto, y a tu madre te puedo asegurar que tampoco.

Rose volvió a mirar a su padre y soltó un bufido. El hombre suspiró y le dio un beso en la frente.

—Cuando te independices no tendrás que soportar esto.— comentó con sorna dándole la espalda para salir de su habitación.

—¿Me estás echando de casa?— preguntó divertida separándose de la ventana y siguiendo los pasos de su padre.

—No... por ahora.

Sonrió de medio lado y bajó las escaleras que la conducían al salón. Aún recordaba el incidente de hacía unas semanas... la cortina de agua, aquellos mortífagos y el orbe perdido. Sin duda podrían haberlos matado, pero todo quedó en cien puntos menos por cada miembro de aquella expedición nocturna. Scorpius exigió que no se dijese nada a ningún adulto, profesor o alumno. Todos hubieron asentido y Hufflepuff ganó la copa de las casas.

La Orden de los Caminantes || Tercera Generación IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora