Capítulo 2: primer encuentro

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A penas iba entrando al colegio y ya había recibido 3 o 4 empujones de alumnos que iban jugando en los pasillos. Llegando al salón vi que estaba vacío, por lo regular siempre trataba de ser la primera en llegar al salón para poder sentarme en mi lugar favorito, la esquina de atrás de la parte izquierda, me gusta sentarme ahí es decir me llega el aire de la ventana y estoy alejada de esos chicos que juegan deportes que huelen horrible y de las chicas que se sienten la última soda del desierto.

Saque mis útiles correspondientes a la materia de matemáticas. Mientras sacaba todo de reojo vi que alguien entro al salón no pude ver quien era hasta que escuche una voz suave –hola Karla como siempre eres la primera- era la señorita Lorena mi maestra de matemáticas me acerque un poco a su escritorio me llevaba muy bien con ella, esa maestra me conocía tan bien y era de las pocas que se preocupaba de cómo estaba emocionalmente.

Fueron llegando mis demás "compañeros" por no llamarlos de otra forma y llego la hora de comenzar la clase. Para ser honestos siempre terminaba mis apuntes antes que todos y estaba aburrida así que me puse a dibujar y como cualquier persona normal en este mundo dibuje ojos, quiero decir estoy practicando, me gusta mucho dibujar y suelo hacer retratos pero ya me había aburrido de los ojos de siempre.

-¿alguna duda?- preguntó la señorita Lorena, pero como siempre nadie respondió- bueno como no tienen dudas es hora de explicar el....- en ese momento se escuchó como alguien toco la puerta levante la cabeza de golpe, por la forma en que se escuchó parecía un psicópata o algún asesino en serie.

- Maestra lu- Lucrecia puedo pasar- dijo un chico no muy convencido de que ese fuera el nombre de la maestra. Sé quién es, claro que se, es Santiago Morales el capitán del equipo de básquet lo más probable es que no sepa quién soy. Pero en realidad me importa un carajo sinceramente hasta los mismos maestros me desconocen que no me vaya a desconocer un impuntual que no sabe ni siquiera el nombre de la profesora.

-es Lorena- comento la maestra de mala gana y la entiendo completamente, que pereza tener que explicar todo un tema por alguien que llego media hora después- y me puede dar la razón del por qué llego tan tarde joven morales-.

El chico se aclaró un poco la garganta- señorita Lorena es que el entrenador me estaba diciendo algo sobre el próximo partido de básquet-.

La maestra frunció el ceño me había contado una vez que tenía que dejar pasar a los alumnos siempre y cuando su retardo fuera por causas recreativas del colegio. –está bien señor morales pase y siéntese-.

-muchas gracias señorita Lorena- o no a lado mío no se va a sentar este chico, en ese momento subo mi mochila a la única silla vacía que se encontraba a lado mío. –maestra no hay lugar- dijo Santiago.

La maestra repaso el salón con una vista rápida y se detuvo justo en mi – mira a lado de ella hay un lugar vacío ve a sentarte y ya no interrumpas por favor-.

Santo dios porque debía pasarme esto a mí el primer día de clases. No quise prestar atención y seguí dibujando, hasta que –hola –dijo mientras me daba golpecitos suaves en el hombro-oye crees que puedas quitar tu mochila para que pueda sentarme-.

Lo fulmine con la mirada y después vi mi mochila que quite de la silla de mala gana.

Él se me quedo mirando pero le reste importancia. –Ahora sin más interrupciones- dijo la maestra mirando a Santiago- este proyecto va hacer en parejas o en equipos como ustedes quieran y tendrán que responder la siguiente hoja-.

No entiendo por qué los maestros están obsesionados con trabajar en equipos. Siempre ha sido algo que me complica la existencia y termino haciendo el trabajo yo sola. Mientras yo veía como los demás se juntaban y hacían equipos muchos otros se murmuraban cosas, me miraban y se reían, no entiendo como mi hermano espera que me haga amiga de estos idiotas.

Pasaba la maestra entregando las hojas del proyecto hasta que llego a mi lugar – hola Karla ¿esta vez volverás a trabajar sola? -. Sentí un nudo en mi garganta pero no quería soltarme a llorar en público así que solo asentí. La señorita Lorena me entrego la hoja –sabes igual no necesitas equipo sé que lo puedes hacer muy bien tu sola-.

En ese momento escucho una voz –señorita Lorena yo trabajare con ella-.

Levante la cara para ver quién demonios había dicho eso, no pude creer ver a Santiago decir que quería trabajar conmigo. Es decir será lo mismo que trabajar sola porque dudo mucho que ese chico sepa hacer algo aparte de encestar una pelota.

–bueno jóvenes los dejo para que se pongan de acuerdo lindo día-.

Después de eso vi como todos se salían del salón Santiago me miro y entreabrió los labios. Pero yo no lo deje hablar, tome mi mochila y salí del salón seguía impactada por lo que había dicho y me quedaba claro que lo hacía por conveniencia propia.

Cuando sentí que alguien me tomo del brazo, me gire para ver quién era y afirmativo era él. – Hola debe ser difícil ser la nueva y que nadie se quiera juntar contigo- decía mirándome con lástima. No es posible este pedazo de idiota pensaba que era nueva qué demonios le pasaba.- mi nombre es...-

Para ese momento ya había perdido la paciencia. Odiaba el tener que lidiar con gente de este tipo. - te llamas Santiago Morales y llevo más años que tú en este colegio- lo mire de mala gana mientras él estaba con la boca abierta, tome un largo respiro tenía que controlarme un poco no quería que sucediese nada malo.- mira hagamos esto más sencillo que te parece si hago todo el proyecto yo sola y tu.... Tu solo te llevas el crédito-.

 Esta es mi manera de trabajar cuando me obligan hacerlo en equipos me estresa que la gente haga mal las cosas y por eso prefiero hacerlo yo.

Santiago se quedó mirándome y luego sonrió -pero eso sería muy injusto, porque yo no haría nada, tal vez te guste trabajar así, pero sería mejor que lo hiciéramos en parejas, tal vez estaría menos pesado para ti ¿no lo crees? mira lo podemos hacer en tu casa o si no te dejan, igual lo podemos hacer en mi casa pero mis hermanos son un poco fastidiosos...-

Yo solo quería terminar esto y no volverlo a ver- hagámoslo en mi casa vivo sola me da igual- le dije interrumpiéndolo.

Me miro con un poco de lástima que trato de disimular porque toda la gente me mira así cuando se enteran que vivo sola joder no es la gran cosa. -ouh, entonces en tu casa me podrías pasar la dirección por favor-.

-vivo en el condominio villa real el número de la casa es la E-10 de preferencia llega a las 4:00 pm por favor -. Me miro sorprendido y no entendía el porqué.

–enserio yo también vivo ahí, bueno me tengo que ir Katherine nos vemos más tarde. Menciono con una sonrisa, este tipo era muy alegre a comparación mía de seguro no ha de tener la más mínima idea de que es sufrir.

-es Karla no Katherine K-A-R-L-A -. Le mencione remarcando cada una de las letras de mi nombre de mala gana.

–oh perdón Karla no se me vuelve a olvidar, nos vemos-. Me dijo un poco apenado y se fue.

Un amor incurableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora