Kim Taehyung regresa a la casa de su abuela tras la muerte de sus padres y todos los días lucha contra la depresión.
Un día en clases, aula 402, a las 8:00 de la mañana sus ojos se encontraron con los de Jeon Jungkook.
Y solo aquella mirada fue el i...
Taehyung se despertó la mañana siguiente con el corazón hecho pedazos, los ojos hinchados y miles de sentimientos encontrándose en su pecho, miro a su hermana dormir aun sobre la cama, la abrazo y beso su cabeza despertándola en el proceso.
—Tae. —Susurro su hermana y el castaño sonrió ligeramente intentando no soltar sus lágrimas.
—Jennie, quiero que me prometas algo ¿Okey? —Pregunto mientras la sentaba sobre el colchón y ella tallaba sus ojitos mientras asentía.
—Hoy es ese día que siempre negué, hoy me tengo que ir de tu lado para poder estudiar y en un futuro mejor darte una buena vida, por favor Jennie cuídate mucho, no te dejes de nadie y por favor crece sin escándalos de tu vida. —Pidió y su hermana lo miro con sus ojitos hechos agua.
—Hermano. —Dijo la pequeña y Taehyung no pudo evitar soltar sus lágrimas.
—Por favor Jennie, hermanita tienes que cuídate, la abuela te llevara a visitarme cuando pueda, no llores cariño siempre estaré contigo a donde quiera que vaya ¿Sí? —Dijo y su hermana asintió mientras se lanzaba sobre él para abrazarlo.
Permanecieron abrazados fuertemente por un largo rato hasta que su abuela llego para separarlos, Taehyung guardo en un folder de plástico todos sus documentos y algunas fotos de la que en un momento fue su familia.
Cerro sus maletas por completo y miro a su abuela quien lo esperaba desde la puerta, Taehyung suspiro y tomo sus cosas para así salir.
Antes de emprender camino con su abuela hasta la entrada del pueblo se detuvo un momento en la pequeña bajada de su casa y miro la casa de su abuela, sonrió ligeramente y se giró hacia la montaña, aquella que siempre seria su montaña y siempre formaría parte de él.
—Por favor cuídalo, cuídalo por mí. —Susurro y le dio la espalda a la montaña para alcanzar a su abuela.
Cuando llegaron a la estación de trenes, Taehyung negó repetidas veces mientras permanecía sentado en una banca en espera del tren. Podía correr y escapar de su abuela para irse directo a la prepa y ver a Jungkook, se colocó de pie rápidamente pero el brazo de su abuela lo detuvo.
—No, prometiste no irte Taehyung. —Dijo su abuela y Taehyung miro a su hermana, solo por ella se detuvo.
Cerro sus ojos fuertemente cuando las lagrimas se escurrieron por sus ojos, a lo lejos escucho los carriles del tren sonar ante la rapidez con la que se dirigía hacia ellos, abrió sus ojos justo cuando freno frente a ellos, tomo sus cosas y se coloco de pie, antes de subir miro a su hermana sentada en la banca.
—Por favor, cuídate, no hagas travesuras, regresare por ti, es una promesa Jennie, no romperé mi promesa. —Susurro y beso la cabeza de su hermana.
Miro a su abuela y esta intento abrazarlo, pero él se alejó, sujeto su maleta y camino hacia el tren sin despedirse de aquella mujer, subió y se sentó en el vagón, con las lagrimas escurriendo por sus rostro miro la ventana y miro a su pequeña hermana mirarlo con sus ojitos llorosos, tapo su boca para no soltar aquel sollozo apunto de escapar, miro por última vez la estación y el pueblo, lo que en poco tiempo se convirtió en su hogar.
Cuando el tren comenzó a avanzar Taehyung giro su rostro hacia el frente y noto su reflejo en la puerta del vagón, sus ojos miraron el número y no pudo evitar soltar sus sollozos contenidos.
Kim Taehyung regresara al lugar de donde escapo y todos los días luchara con la culpa.
Un día, vagón 402, a las 10:00 de la mañana sus ojos se cerraron para poder ver aquella mirada que lo cautivo, la mirada de Jeon Jungkook.
Y solo aquella mirada fue el inicio de su cura y hoy el inicio de un infierno.
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