RoR Week AU 2021

Inseguridades

Día 1: College

Pareja: Ares/Jack

Advertencias: Leve Mención de Problemas de Autoestima y Ambientes Familiares Tóxicos, Pequeña Mención de Hermes/Jack.

Ares intentaba en vano controlar el temblor en sus manos mientras caminaba hacia la salida de la universidad. Uno de los exámenes más importantes de su carrera se aproximaba y su confianza se encontraba por los suelos; podía jurar que reprobaría.

No pudo evitar sentirse como una fracaso. Su padre siempre se lo había hecho saber: no tenía expectativa alguna de él. Desde que tenía memoria, le había gustado compararlo con Hermes, menospreciando cada uno de sus logros y restregándole en la cara los de su hermano menor. Era consciente de que no era tan inteligente o guapo como él pero, aun así, que su padre y sus tíos se la pasaran repitiéndoselo en cada instante que tenía oportunidad dolía. Por eso mismo él había decidido pagar su propia carrera universitaria y, cuando obtuviera su título en fisioterapia, iría y se lo presumiría a cada una de las personas que lo menospreciaron: a Zeus, su padre; a Poseidón y Hades, sus tíos; incluso al propio Hermes, para que dejara de subestimarlo y enseñarle que él también podía ser igual de bueno si se esforzaba lo suficiente. Sin embargo, tal y cómo iban las cosas, solamente demostraría que su familia tenía razón; era un inútil y que estudiara una carrera en la universidad simplemente era un desperdicio de tiempo y dinero.

Un suspiro lleno de pesadez salió de sus labios mientras intentaba ignorar el ardor en sus ojos. Simplemente quería llegar a su hogar y lanzarse a su cama para poder descansar de una buena vez.

—¿Ares? —Sorprendido, sintió cómo una mano lo tomaba del hombro y lo volteaba, encontrándose con los ojos heterocromáticos de Jack, su novio.

El rubio tosió un poco, intentando que el nudo en su garganta no se notara antes de hablar—: Jack, ¿pasa algo?

—Eso es lo que yo me pregunto. Te he estado hablando pero parecía que no me escuchabas. —Lo observó fijamente a los ojos antes de cambiar su tono de voz a uno más comprensivo—. ¿Ocurre algo malo? ¿Volviste a pelear con tu familia?

—No es nada —dijo mientras negaba con la cabeza. Su pareja lo observó en silencio durante unos momentos antes de volver a hablar.

—No tienes trabajo hoy por la tarde, ¿verdad?

—No... ¿Por qué?

—¿Me acompañarías un rato al comedor? Nos estamos mojando.

Le sorprendió notar que eso era verdad. Estaba tan sumido en sus pensamientos que ni siquiera había notado que pequeñas gotas de lluvía caían del cielo. Simplemente asintió y dejó que su pareja guiara el camino.