Capítulo cuatro

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Narrador omnisciente

La preparatoria es fácil y cómoda para los chicos, no tiene mala fama y se esparcen rumores de que es el lugar en donde encuentras a los amigos que te van a acompañar el resto de tus días. Izuku no lo duda, tiene a su par de mejores amigos a su lado en ese lugar, para él cuenta.  En cambio, para Katsuki si aplica de verdad, consiguió a un grupo de amigos alborotados, un poco contrarios a él, pero a pesar de todo los quiere.
Un año ahí, y un año siendo pareja.

— ¡Kacchan! — el rubio lo mira con una expresión neutral y asiente en respuesta — Mi madre quiere que cenemos en casa esta noche, ¿puedes?

— Sí, no preguntes, ya sabes que no me negare, cabeza de brócoli — Katsuki responde con burla para no sonar muy meloso, al momento se arrepiente y se levanta de su lugar para abrazar a su novio por la espalda — Es un placer cenar en casa de mi suegra — susurra.

— Gracias — susurra de vuelta Izuku.

— Pero antes vamos a algún lugar, quiero llevarte a comer — Izuku alza la cabeza para mirar al rubio y sonríe — Ve a cambiarte a tu casa y paso por tí, lindo.

Después de aquello las clases fueron mucho más ligeras para los dos, aunque pasaban extremadamente lento.

En la asignatura de inglés se divirtieron con el ruidoso maestro que les impartía la última clase del día, por suerte.

Al salir decidieron ir juntos lo que el camino les permitiera, pues no vivían en el mismo vecindario, antes eran vecinos, pero cuando Inko cambió de primaria a Izuku tuvieron que mudarse para que la escuela no estuviera tan lejana.

— ¿A dónde iremos? — el peliverde camina al lado de su novio tomando su mano, el otro le mira y frunce el ceño.

— A mi lugar especial. El que probablemente sea un lago escondido, o un acantilado — Katsuki vira los ojos y ríe sarcástico.

— ¿Eh?

— Lo decía porque vamos a un lugar muy cliché — el jóven Midoriya sonríe y piensa a qué lugar podrían ir.

¡Bingo!

— No me digas, ¿es al parque de diversiones que inauguraron? — Katsuki piensa que su novio es muy inteligente, siempre dando respuestas rápidas.

— Acertaste, nerd — sonríe. Hacía un par de meses que habían comenzado a reconstruirlo, pues era uno ya viejo pero abandonado,ya que una desgracia había sucedido allí, pero al parecer una figura pública muy reconocida lo compró y reforzó la seguridad en aquél lugar, fué aprobado y  exactamente ese viernes se inauguraba.

Al llegar a la casa de los Midoriya, Katsuki detuvo su andar y se giró para quedar frente a su novio.

— No tardes — el más alto se agachó y depositó un beso en los labios de su lindo novio — Te veo en 20.

Soltó la mano de  Izuku y le dió la espalda para seguir su camino, realmente no estaba muy lejos, su casa quedaba a un par de cuadras y ya.

Los gritos en la casa de Katsuki fué lo primero que lo recibió, hizo lo posible  por mantener la calma y no incluirse en el pleito que ya era de todos los días.

— ¡Deja las malditas cosas en donde van! ¡Eres un puto desorden! — Masaru hizo como que no  había escuchado a su esposa y saludó a su hijo.

— ¿Qué tal, campeón?  — Katsuki odiaba cuando su padre intentaba ser uno "normal", pero a la vez lo agradecía, pues hacía el intento para compensar su ausencia en casa.

— Todo bien, viejo — pasó de largo sin mirarlo, pero su madre lo detuvo con una mano.

— ¿Por qué no viene Izuku contigo? Creí que lo invitarías a comer por su aniversario, mocoso — Mitsuki había preparado la comida favorita del peliverde para esa ocasión.

— ¿Crees que voy a permitir que se tenga que tragar sus gritos? — la rubia no dijo nada, menos Masaru, ambos sabían que algo así pasaría en el transcurso de la comida, se sintieron culpables — Lo llevaré a un restaurante y luego al parque de diversiones, me quedo en su casa después.

— Suerte, hijo — el jóven Bakugou se giró para ver a su padre y asintió, luego miró a su madre.

— Gracias por la comida igual — Mitsuki asintió.

— Llevaré algo a la casa de Inko — Katsuki asintió.

Se sentía muy extraño, ambos le decían las cosas por separado, eso le preocupaba, a veces las cosas estaban más calmadas, pero siempre volvían a lo mismo.  Ver cómo su familia se deterioraba era horrible, sus amados padres ya no se soportaban el uno al otro. En una ocasión terminaron peleando a golpes, Mitsuki dejó en el suelo a Masaru quien no metió ni una mano por respeto, pero la rubia explotó y lo hizo sangrar, después se pidieron perdón, pero a nadie podrían engañar, su relación está hecha pedazos. Pretender era inútil.

Cuando Katsuki entró a su cuarto se encontró con dinero en su mesita de noche, por parte de su padre, era una buena cantidad, sabía que era para hacer algo con Izuku, ambos se esforzaron. Pero él no se sentía bien.

Se cambió y salió de su habitación, nunca le gustó arreglarse tanto, así que en cinco minutos estaba listo. Cuando bajó estaba todo en un extraño silencio, al acercarse a la cocina escuchó un par de susurros por parte de sus progenitores, lo que escuchó lo dejó helado.

— ¿Cómo le vamos a decir? — Mitsuki se encontraba metiendo en tuppers la comida que había preparado.

— ¿Quieres que yo hable con él? — Masaru respondió con miedo, esperando que Mitsuki le negara aquello.

— ¿En qué mierda piensas Masaru? Los dos tomamos la decisión de divorciarnos.

Eso fué suficiente para Katsuki, se alejó de la puerta de la cocina y caminó a la entrada, abrió y cerró azotando la puerta.

No había necesidad de amargarse en un día como ese, él sólo quería disfrutar de su aniversario con su novio.

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ѕнυи ⚘

no estoy triste y salió ésto, omg, igual, lo que viene es mucho más lindo y otra cosa, creo que actualizaré dos veces a la semana porque siento que voy muy lento T^T

Heaven | Bakudeku. ⋆ [ en hiatus ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora