Heaven | Bakudeku. ⋆ [ en hiatus ]

Capítulo siete

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Narrador omnisciente

Lágrimas silenciosas trazaban un largo camino de sus ojos hasta su camisa, algunas paraban en el suelo y otras más en las manos de Izuku. El peliverde no se sintió aliviado, no como usualmente lo hacía por dar en el clavo, ésta vez dolía tener la razón, odiaba ver a Katsuki así, que el chico llorara era demasiado extraño, tanto así que sólo lo había presenciado una sola vez.

— Dímelo, por favor… — las lágrimas que contenía para poder hablar se desataron — Yo quiero verte bien, desahógate, no te quedes callado si algo te atormenta, no estás solo…

El rubio no podía ni siquiera hablar, las lágrimas y el nudo en su garganta le impedían comunicarse con su novio, llevaba meses sin lamentarse y necesitaba desahogarse.

— Bien, vamos a sentarnos, amor — Izuku tomó de la mano a su novio y lo llevó a un lugar menos transitado para hacerlo sentarse — Entiendo que tengas que llorar, hazlo, está muy bien.

Katsuki abrazó a Izuku y siguió derramando lágrimas como un niño pequeño después de haber perdido a su madre en el supermercado, realmente se sentía así, desorientado y asustado.

Pasaron más de media hora en la misma posición, a Izuku se le habían dormido los brazos, pero estaba bien con eso, se sentía tranquilo al saber que Katsuki se sentiría más liviano después de desahogarse, conocía  muy bien esa sensación, en algún lugar había escuchado a alguien decir que cuando pasas por una situación de estrés o molestia en general y lloras, después de eso todo es más tranquilo y algo que te cause tan siquiera un poco de felicidad será mucho más gratificante de lo que normalmente es. Claro, depende de la situación, no siempre te sentirás bien.

— ¿Mejor? — Izuku movió a Katsuki, el rubio lo miró a los ojos y sonrió levemente — Me alegra, Kacchan.

El más bajo tomó a Katsuki de la cara con cuidado y depositó un beso en sus labios, luego fué hasta su nariz  para así seguir con  sus cachetes, Bakugou se sentía bien al lado de Izuku, realmente lo hacía.

— Gracias — Por fin Izuku pudo escuchar la  voz de su apuesto novio — ¿Quieres ir a comer, lindo?

Midoriya suspiró y asintió. No obligaría a Katsuki a hablar, él lo haría cuando se sientiera cómodo. Confiaba en que ese sería el momento correcto.

*

Luego de levantarse y caminar un rato en silencio, llegaron al restaurante en el que Katsuki tenía planeado ir desde un principio, allí había probado el mejor Katsudon.

— Vamos, sé que lo amarás — Katsuki empujó levemente a Izuku para que entrara y así lo hizo. El lugar estaba decorado con muchas cosas azules, había peces y plantas por todos lados, era cómodo estar ahí.

En cuando se sentaron alguien llegó a atenderlos y por obviedad pidieron Katsudon.
La emoción en Izuku era clara, tanto así que terminó su tazón rápido y se quejó por haberlo terminado, pero igual se sentía satisfecho.

— ¡Es delicioso!

— Me alegra que te guste — Katsuki concluyó con lo suyo y pidió la cuenta — Vengamos otro día.

— ¡Claro!

Luego de eso decidieron que la mejor opción era ir a caminar mientras la comida hacía digestión.

La noche estaba estrellada, el viento era frío, pero la calidez que sentían residía en sus manos, las cuales estaban unidas, la verdad es que ni uno  de los dos esperaba terminar así, en ese tiempo en el que pensaban que no se correspondían, esas escenas no eran más que parte de su imaginación, sin embargo, estaba sucediendo y era mágico.

Recordar aquél tiempo en el que Katsuki estuvo hospitalizado es clave, Izuku sintió que la vida se le iría, así que decidió confesarlo…

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ѕнυи ⚘

ayno, me olvidé de publicar esta parte la semana pasada :(
en fin, 2/2