All for me... someone to you.

Esperaré por tí.

- ¡¿Que vas a hacer qué?!

Adora tuvo que presionar el teléfono contra su pecho para que la voz de Mara no se escuchara tan fuerte y sus padres pudieran oír.

Se quejó entre dientes y volvió a acercarlo a su oído.

- ¿Es una locura verdad? Tenemos 17, eso ni siquiera debe ser legal.

- Bueno, a mí no me corresponde decidir eso - Rió Mara al otro lado de la línea - Además, no es como que sea un anillo de compromiso.

Bueno, técnicamente era un anillo de promesa, no creía que hubiera alguna ley que prohíba darlos antes de ser mayor de edad.
Tampoco era que quería presionar a Catra, simplemente se le ocurrió.
Ya que ambas tenían grandes planes juntas y... Porque estaba segura de que no querría compartirlos con nadie más.

Mara soltó aire como una risa.

- Dios, Adora. No puedo creer lo que me estás diciendo.

- Sólo es una idea - Dijo con timidez - Quería que me dieras tu opinión, si sería buena idea o me vería como una rara.

- Okay, me has llamado para decirme cosas raras - Bromeó - Pero ésta no es una de ellas.

Mara dejó de reír por un segundo que pareció considerar algo.

- ¿Estás segura de que irán a la misma Universidad?

- Sí - Respondió en seguida - Es lo que hemos planeado desde que nos conocimos, ¿Por qué?

- Sólo digo que sería lindo que se lo dieras antes, es decir, por si llegaran a tomar tu vos separados...

- Eso no va a pasar - Adora sonó más seria de lo que pensó - Tenemos un plan. Estaremos juntas, es una promesa.

Mara quedó en silencio.

Pero luego aclaró su garganta y volvió a hacer un tono animado.

- Okaay, suena a que lo tienen bien decidido. Sabes que si deciden venir a estudiar a La Universidad de California Razz y yo estaremos encantadas de recibirlas a las dos.

Adora estaba tan agradecida con Mara, lo había pensado mucho y había decidido que estar allá con ella sería una excelente idea.
Estaba pensando decirle a Catra esa misma noche.

- Gracias, Mara. Por todo.

- De nada - Respondió - Ahora vete o llegarás tarde a tu cita.

- Okay, te llamo mañana.

Colgó la llamada, y se quedó viendo su fondo de pantalla por un largo rato.

Eran ella y Catra en el café al que solían ir, Adora con un brazo sobre sus hombros y Catra sacando la lengua.

Sonrió.

Estaba tan nerviosa, había estado pensando tanto lo de ir a California con ella y darle ese anillo de promesa, pero creía que ambas cosas serían demasiado para una sola noche, así que decidió que le diría lo de California hoy, y el anillo lo compraría la semana que viene.

Era un buen plan.

Después de todo, tendría mucho tiempo para dárselo en todo lo que restaba del último año escolar.

....

Adora despertó en su habitación y miró el techo.

Le dolían los pies y el estómago.

Aún sentía náuseas de la noche anterior y recordaba como se había sentido bailar con Catra y sentirla tan cerca de ella de nuevo.

Y también cuándo la había besado.