Capítulo 4: Un rugido atronador

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Dio un gran salto para aterrizar en el nivel inferior y se acercó hasta la cabeza del dragón. Parecía estar dormido pues lo oía respirar levemente.

Movió un poco su cabeza tratando de despertarle. Pero no reaccionó.

—¿Qué demonios es esto? —preguntó la voz de Meling.

—¿Este dragón es Rex Lapis? —pregunto Feing mientras examinaba.

Childe asintió con la cabeza.

El joven se acercó para mirarlo con detenimiento.

—No parece herido —dijo este —. Pero estas cadenas parecen impedirle escapar. ¿Cómo es eso posible?

—Ciertamente... las cadenas parecen estar imbuidas en algún tipo de esencia oscura... esto no me gusta en lo absoluto —alega Childe.

Se fijo en una cosa que tenía amarrada en el torso, aparte de las cadenas tenía una especie de chaleco con una gema morada. ¿Qué era esto?

Ver a Zhongli en estas condiciones era desalentador. ¿Cómo un dragón tan poderoso y magnifico había acabado en tal lamentable estado? Todavía recordaba la de veces que Zhongli le llevó en su lomo para volar.

Childe deseó poder tomar apariencia de dragón solo para poder volar a su lado y surcar los cielos juntos. Le gustaría que despertara y ver su forma dragón... aunque quizás estuviese algo enfadado con él.

El titilar de las cadenas les alertó.

Al mirar, Meiling parecía haber intentado sacar la parte metálica que amarraba las cadenas.

—Creo que esta cosa se puede sacar —comentaba ella —. ¿No deberíamos liberarle?

—Bueno, sí. Para eso hemos venido, pero... siento que estas cadenas...

—Vamos Feing, ayúdame un poco —le ordenó la joven.

Childe observó con cuidado.

El joven también era consciente de la energía negativa que emanaban. No era muy fuerte, pero era perspicaz y sensitivo. No entendía por qué no tenía una Visión. Quizás debería decirle a Venti algo de si podía otorgarle alguna visión.

Mientras ellos trataban de liberar una cadena, el dragón azul se acercó a otra en el lado opuesto y logro deshacerse del agarre sin esfuerzo. Al mismo tiempo, los dos humanos lograron el suyo.

La cadena se deshizo en unas partículas negras desapareciendo por completo.

—Un momento... —comento Feing — ¡Es posible que haya que sacar esto simultáneamente!

Childe asintió y se colocó en el siguiente que estaba en frente al otro donde los jóvenes se habían colocado.

Tiraron al mismo tiempo logrando liberar otras dos cadenas. Y así con la siguiente.

Finalmente, llegaron a la de la cabeza y el torso.

Childe tiro de esta al mismo tiempo y el ultimo par de cadenas fueron soltados dejando libre al dragón.

—¡Ya está! ¡Lo logramos! —gritó Meiling.

Pero aun sin cadenas... Childe seguía notando una energía algo siniestra en el lugar.

No me digas que...

El dragón pareció reaccionar. La joven tratando de acercarse fue frenada por Feing.

Un fuerte rugido ensordecedor inundó la estancia haciendo que todos se tratasen de cubrir los oídos. Childe casi siente que le rompe los tímpanos.

Rex Lapis se giró hacia Meiling y Feing. Un gruñido amenazante les advertía de que el rey Geo no estaba precisamente contento de la presencia de ambos aquí. Su mirada amenazante se clavaba en ellos y mostraba sus colmillos.

Mi Amado Dragón - 𝓩𝓱𝓸𝓷𝓰𝓒𝓱𝓲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora