Una chica de 17, aprendiz de policía, es asignada a las fuerzas que se dirigen a arrestar a los responsables de Kanto. Para ella la justicia es lo más importante, pero ¿qué hará la hija de aquel segundo al mando de la pandilla que solía controlar Ro...
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Ran se rió por lo bajo, la confiable y predecible policía... siempre bramando las mismas cosas como si por medio de gritos quisiesen asegurarse que todo iría bien; o convencerse de que cualquiera de ellos no podría dejarles fuera de combate en dos segundos si así lo deseaban.
Honrando a Izana y Kakucho, él y todos los demás habían decidido quedarse a pagar por lo que habían hecho; Kanto siendo su nueva prisión.
"Será un cambio interesante a la prisión de antes" pensó curioso mientras sentía el frío acero de las esposas en sus muñecas, miró más allá, donde Rindo tenía la cara hecha mierda y una expresión desdeñosa al verse nuevamente sometido a la policía. No eran lindos recuerdos los que tuvieran de su época en la correccional, pero tampoco fue un desastre... habían conocido a Izana ¿no?
"Una época en prisión es lo que uno necesita para hacer amigos a la fuerza" reflexionó el mayor de los hermanos mientras le separaban de los cuerpos de sus capitanes. "¿Qué alianzas nuevas nos esperan Rindo?"
Nunca habían querido formar parte de otra pandilla hasta que no tuvieron más remedio, controlaban Roppongi; pero cierta diplomacia era necesaria si deseaban seguir donde estaban al salir. Sus padres tal vez se enterarían, tal vez no; dependía en qué ciudad del mundo se encontraran en aquel momento, lo único cierto era que no importaba demasiado.
-¿Qué tenemos aquí?- sonó una voz burlona, un hombre corpulento salió de la patrulla donde estaban metiendo a Rindo, se le acercó para estudiarle el rostro. Ran se tensó.
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-No me lo puedo creer... ¡¿los Haitani?! ¿dónde está el otro bastardo?
El oficial inspeccionó con ahínco a los detenidos hasta que encontró al otro hermano.
-Vaya, vaya ¿se acuerdan de mí?- comenzó mientras alzaba el puño para tronarlo contra Rindo mientras Ran viendo que nadie le prestaba particular atención, se preparaba para avanzar hacia allá,-Grandísim---
