💞Ran Haitani x OC 💞 - Acero Blanco

Hotel Aman Tokyo - pt. 3

Notita kawaii :3 - Ligerísimo smut al final de capítulo

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-Dijo que si atrancaba la puerta no cometería ninguna tontería- le reprochó el hombretón.

La mujer parpadeó un momento, luego colocó los brazos tras la espalda y con actitud de niña regañada hizo un mohín.

-Perdona Oshin-san, me irritó muchísimo lo del jardín.

-Ya pasó Kou-san- Ran alzó una ceja viendo que el guardia acariciaba la cabeza de la joven. -Los hombres poderosos no se ocupan de lo que ocurra con los de abajo- explicó. -Mucho menos si son los lugartenientes de alguien más.

-Pues Aoi es poderoso y sí le importamos- replicó ella volviendo a tomar otro trago de la botella.

-Kou-san y Aoi-sama son raras excepciones. Nadie en el puerto olvidará lo que hacéis por nosotros.

-Te has puesto sentimental- dijo ella, pero sus ojos dorados se llenaron de embriagado agradecimiento.

-En absoluto- y empujándola de nuevo dentro de la habitación, la puerta quedó cerrada.

Oculto en el pasillo, el ejecutivo de Bonten tenía los brazos cruzados mientras se recargaba contra una columna. ¿Así era como ella había visto su charla? ¿una insignificancia para él?

"Hmm..." tal vez Rindo tuviese razón, y debido a que realmente no le había gustado nunca alguien fuera de la sensación distintiva del cosquilleo en el estómago que experimentara por primera vez en la enfermería de la correccional; no tenía parámetro para saber si le estaba dando poca o demasiada importancia.

No sabía qué hacer, ¿explicarle lo que había ocurrido después de que se marchara del jardín? ¿dejarlo como estaba?

Extrajo su teléfono móvil, Rindo podría darle un punto de vista útil.

-¿Huh?- respondió soñoliento, -¿qué pasa?

Como siempre, Ran le contó todo: desde lo que había pasado en el privado, en el jardín y hasta el grupo de mujeres borrachas en su suite.

-Hmm, ¿quieres decir que no tienes dónde dormir?

-Este hotel es nuestro Rindo, ése no es el punto; quiero saber si conviene-

-Son las tres de la mañana Ran- le cortó su hermano con fastidio, -Si no tienes donde dormir, te dejaré la llave bajo la puerta.

Después de colgar, se quedó en la misma situación como antes de marcar, torció la boca mientras se daba golpecitos con el índice en los labios; los Shirogane estarían en el hotel varios días, habría oportunidades de sobra para hablar con la joven que llevara una década viviendo a escondidas en sus pensamientos y que ahora surgiera en toda su deliciosa calamidad, aclararle lo que sea que su precipitada mente se imaginó y tratar de...

¿De qué?

¿Qué es lo que quería de ella? ¿sexo? Ya podía volver a su habitación y tener sesiones desenfrenadas, pero no era eso. Se dio cuenta que deseaba un poco más de la relajada camaradería que ella ofreciera; que cuando la invitara a seguirle, la mujer no frunciera el ceño y se lo pensara.

Que se embriagara junto a él y tirarle de los tobillos mientras ella hacía mohínes.

Ran Haitani alzó las cejas, famoso por su desparpajo y su carisma, su fuerza e incluso su brutalidad; se imaginaba a sí mismo acariciando la cabeza de Kou. Extrañado por el descubrimiento de su propia psique; puso rumbo a la suite de Rindo, entrando sin ningún problema gracias a la llave.