Tengo a un humano atorado en mi corazón lo tengo tan dentro que el corazón se me va a explotar de tanto dolor.
Tengo a un humano queriendo salir de mi vista, quiere salir desbordando pequeñas góticas de agonía, me quiere dejar, me quiere abandonar, pero yo le quiero tanto que dejarle sería morirme en vida.
Tengo a un humano entre la piel, me escaba, me aruña, me abre las heridas, está corriendo por mi cuerpo, por mi espalda y por mi clavícula, no quiere parar, me va a joder la vida.
Tengo un humano entre mi garganta, me está afectando el alma, me causa locura, me causa alegría, me causa de todo pero al final me desecha y me echa de su vida.
¡Oh, dulce amor!, vete pero no te alejes tanto de mi presencia, vete de aquí, pero sin marcharte del todo porque tu ausencia no podría soportar, me resisto a dejar de sentir este dolor que es lo único que me ata a ti, este dolor es el resultado de lo que no pudimos lograr, de nuestros fracasos y de nuestros desamores que cada día se hicieron presentes en nuestros corazones.
Vete pero no regreses, vete lejos, muy lejos, donde yo no pueda sentirte, donde no pueda tocarte, donde yo pueda dormir pensando en que solo fuiste un recuerdo más para mí.

ESTÁS LEYENDO
Hoy sonrío, mañana no.
Ficção AdolescenteLa adolescencia es un estado leve de demencia, porque te contagias de pequeños fantasmas y te apropias de ellos hasta el punto de no dejarlos marchar. Soy una adolescente con delirios de escritora y esta obra es la que yo creo en cada palabra que mi...