→ A Veces puedes enamorarte de una persona que vive al otro lado del mundo, pero nunca se tiene que perder la esperanza de conocer a esa persona, para que deje de ser un Amor virtual.←
➯Historia 100% mia
➯Los personajes no me pertenecen
➯Algunos s...
—Hmm... Kanawo_sanOwO, nivel 58... será interesante, sin duda.
Tardaron unos segundos para que apareciera por completo el personaje de la chica con la que jugaría, y cuando cargó por completo. El chico quedó sorprendido.
¡¿Cómo no recordó su usuario?!
¡¿Como se le pudo haber olvidado?!
Ella era su idola, jugaba demasiado bien e incluso había asistido a torneos de videojuegos.
Muy pocos tenían la oportunidad de jugar con ella, ya que no le gusta jugar tanto con desconocidos por así decirlo.
—¡No me la creo!— El pobre Tanjiro estaba que colapsaba, estaba a punto de jugar con su idola... ¡¿COMO NO PUDO RECONOCERLA DESDE UN PRINCIPIO?!
Después de seguir muriendo de emoción, vio como un mensaje le había llegado.
Precisamente de ella.
Abrió el mensaje y lo leyó.
"Hola :3"
El no lo dudo y contesto de inmediato, solo que por medio de audio.
—H-hola...
Bastaron unos segundo para que la chica contestara.
—Hola, me siento afortunada de jugar con uno de mis ídolos.— Hablaba la chica algo emocionada.
—¿I-idolo?— Eso lo dejo confundido, segun el era al revez.
—B-bueno... primero que nada. Es un gusto conocerte, soy Kanao.
—L-lo mismo digo... soy Tanjiro.
—Oh... creí que tu nombre real era el de tu usuario. Jeje... que logica mas rara tengo.
—No te preocupes, y es más bien mi apodo. Antes tenía un nombre muy aburrido y mis amigos me lo cambiaron.
—Ya veo. No te queda nada mal ese nombre de usuario. Kentaro_DemonUnU.
—Eso mismo me dijeron mis amigos... solo que no me dejaron opinar y me lo tuve que poner.
—Jajaja, usaron la fuerza.
—Lastimosamente... pero le agarre cariño al apodo.
—Eso es bueno. ¿Te parece si jugamos? Me muero de ganas de jugar con mi idolo.
—Ay... nunca pensé ser idolo de mi idola.
—Espera que... ¿Soy tu idola?
—Si... admiro como juegas.
—Oh... muchas gracias. Supongo que ambos estamos igual de emocionados.
—Así es. Cuando la partida acabe ya no podremos jugar. ¿Te parece aceptar mi solicitud de amistad para poder jugar más tarde?
—Ya la acepte.
—... Eso fue rápido.
—Jejeje... supongo. Bueno, vamos a jugar.
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