El Último Heredero [EN PROCESO]

Capítulo 3: "Miriom El Pequeño"

                                        "Miriom El Pequeño "

Mis recuerdos de infancia eran muy confusos e imprecisos, la mayor parte de ellos habían sido incorporados en mi juventud por las historias que me contaba el abuelo Mesto. Nunca ni siquiera se me había pasado por la cabeza poner en tela de juicio por un segundo la credibilidad de sus palabras e historias que siempre sonaron muy convincentes y realistas para mí y así lo siguen siendo.

Mis travesuras no tenían nada de peculiar, aunque no sé si podrían atribuírseles el nombre de travesuras, naturalmente siempre estaba tranquilo. Lo que si recuerdo es que mi pasión por la lucha iba ascendiendo cada vez más con el paso de los años, con el abuelo Mesto siempre como mi mentor en los ámbitos de magia, lucha, aprendizaje sobre los antiguos y crecimiento personal.

Todo en mi pasado que no incorporara al abuelo Mesto en mis recuerdos era desconocido para mi e imposible de recordar. Pensándolo bien no estoy muy seguro de porque nunca le insinúe éstas dudas al abuelo. Nunca tuve demasiado interés o solamente las veía irrelevantes.

Pero ahora encontrándome con una completa desconocida que por algún extraño motivo sabe mi verdadero nombre completo, secreto ocultado con tanto ahínco por el abuelo, me hace querer haber tenido más interés por mis propios recuerdos como de seguro hubiera hecho cualquier persona normal.

Me detuve completamente encendiendo todas mis alertas.

—No sé de quién me estás hablando o con quien me estas confundiendo pero definitivamente no soy la persona que cres que soy.

—¿Estás seguro Ario Di Vemus? —comenzó a caminar en círculos despacio a mi alrededor de una manera algo sospechosa y asechadora—. Yo juraría que eres tú, mis fuentes nunca fallan y todo en ti grita que eres la persona a la que había estado buscando.

Creo que ya había sido una mala idea seguir a esta chica, ella mismo lo había dicho, no confiar en nadie era lo que me permitiría vivir.

—¿No vas a decir nada al respecto? —instó con presión una contestación por mi parte.

—De verdad que no se de quien me hablas, nunca había escuchado ese nombre tan peculiar, creo que lo recordaría.

—Y bien que lo recuerdas. Pelo blanco como las hojas de los antiguos y nuevos inviernos, ojos llamativamente cambiantes de una manera emocional aunque esta teoría algo dudosa, joven. Creo que indiscutiblemente debes ser tú.

—Entonces en el hipotético caso de que yo fuere ese chico al que buscas, cuáles son tus intenciones —algo estaba ocultando y debía descubrirlo antes de que me mataran sin que me enterara.

Además no tenía pensado irme de ese lugar sin saber para que me estaba buscando alguien como ella y los años de prácticas no creo que los debería desperdiciar si intentaba dañarme o secuéstrame en el más incoherente de los casos.