𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗢4

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— JeonGin.

JeonGin se detuvo en seco cuándo escucho a Chan llamándole. Se dio la vuelta para ver qué el chico se despedía de sus amigos y dio pequeños trotes para acercarse a él.

— ¿Puedo hablar contigo de algo? Pero, no aquí en un lugar más privado — guiño su ojo y pasó aun lado de él en señal de qué lo siguiera.

JeonGin trago saliva algo ansioso pero, aún así lo siguió en silencio hacia dónde sea qué lo estuviera llevando. Chan abrió la puerta del salón de música y dejó qué entrará primero JeonGin y después entró el para cerrar la puerta detrás suyo.

Se hizo un silencio más qué incómodo, Chan sólo lo observaba con sus manos dentro de las bolsas traseras de su pantalón con una leve sonrisa.

— ¿Porqué no fuiste a noche a mi casa? Te estuve esperando. — finalmente habló.

JeonGin mordió su labio inferior escondiéndose inconscientemente en la esquina de la sala.

— Tuve algunas cosas qué hacer — sonrió. — Lo siento.

— Está bien — se acercó lentamente a él y le deposito un beso en su frente. — Ayer me di cuenta qué realmente te extrañé mucho. — de sus bolsillos sacó un bálsamo color durazno y se lo extendió. — Lo vi de camino aquí y fue inevitable para mi no acordarme de ti y comprarlo.

JeonGin observó el bálsamo y lo tomo. Sus ojos brillaron de felicidad y fue inevitable no sonreír hasta sus orejas.

— Muchas gracias, Chan — susurro levemente ruborizado. — Me gustó mucho.

— Eso es bueno — asintió. — ¿Qué te parece si te lo pones?

— Si, eso haré. — asistió JeonGin.

Comenzó a romper la envoltura y inmediatamente el exquisito olor a durazno se expandió. Giro el bote y dejó salir el producto.

— Te lo pondré yo — lo paró Chan. Tomo el bálsamo y JeonGin modeló para él entre abriendo sus labios para qué su mayor pudiera expandirlo.

La cercanía de Chan realmente hacía su corazón acelerarse como si fuera un corre caminos y incluso podía escuchar sus propios latidos en sus oídos. Chan lo observó unos segundos a los ojos y sin previo aviso comenzó a besarlo, por supuesto, JeonGin correspondió el beso cerrando sus ojos.

Amaba cuándo Chan le daba este tipo de detalles.

— Sabes a durazno — relamio sus labios después de alejarse del beso. — Úsalo siempre.

— Lo haré — bajo su mirada avergonzado.

— ¿Podemos vernos está noche?

JeonGin parpadeó varias veces pensativo pero, solo asintió y volvió su mirada a Chan qué sonrió de oreja a oreja ante la afirmación del chico.

— Te veré más tarde — le dio un último beso, esta vez en su mejilla y salió del aula.

JeonGin tocó su pecho sintiendo aún su corazón latir fuerte y velozmente.

Realmente le gustaba tanto Chan.

Realmente le gustaba tanto Chan

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Malvavisco; HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora