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[Morte Improvvisa]

Leone caminaba por las oscuras calles italianas, con una botella vacía en mano mientras revisaba su celular descuidadamente, se había vuelto muy resistente al alcohol y ni su favorito Fiano di Avelino, parecía provocarle un efecto embriagador ahora, un leve mareo pero nada grave. Desecho la botella en alguna vereda sin importarle demasiado, miro la hora y era relativamente tarde, mejor volvía a su casa, aunque no es como si temiera las calles, si deseará golpearia a alguien y lo dejara inconsiente, después de todo su entrenamiento como policía servia bastante. Quiso volver a casa porque hace bastante rato que había sentido la noche más extraña de lo usual, la luna brillaba demasiado ni siquiera era necesaria la luz de las bombillos de las farolas, no había ni una sola nube en el cielo pero tampoco estrellas, y hacía frío, demasiado para ser primavera.

Le pareció extraño, cada vez que se acercaba más a su departamento tenía la percepción de que alguien lo seguía, pero volteaba y no veía nada, incluso una niebla espesa, contradictoria al cielo despejado parecia rodear el barrio donde vivía ¿Por qué había tanto silencio? De acuerdo, se estaba asustando, subio las escaleras rápido y se encerró en su departamento/lugar seguro, aseguro todo y tomo la pistola en caso de que hubiera alguien en su departamento o quisiera ingresar, estuvo en guardia por unos minutos hasta que se dio por vencido y pensó un "Eres demasiado paranoico, idiota", bueno hasta que se adentro a su departamento y choco contra alguien, mal momento para ver dejado la pistola.

-Quieto-

Le pareció chocar con alguien pero la voz provenía de detrás de él, ya no sentía a nadie por delante ¿Qué estaba pasando?; pronto sintió una respiración cerca de su cuello, más bien es como si lo olieran -¿Q-Quién-

-Shhhh, no tienes permitido hablar-

Prestó más atención a la voz, era dulce, embriagadora, grave, deleitosa y demandante ¿Cómo era posible que una mujer hablará de esa manera? ¿Era normal?, como si la situación no fuera suficientemente lasciva, la desconocida empezó a tocarlo de una manera tan sutil que ardia al tacto, incluso con la ropa aún sobre su piel ¿Qué diablos?

-Eres fuerte... Y hueles delicioso...-

No estaba seguro de  que si eso fuera un halago o una manera de decir comida... Él no usaba perfume

-Quizá podríamos jugar un poco antes-

Escucho unos pasos de tacones alejarse un poco, mal momento para tener su departamento con cortinas negras por doquier, ni siquiera podía ver como era y joder vaya que lo estaba calentando, más que eso, una mujer lo estaba domando como si fuese un perro y eso para su orgullo era imperdonable -¡Oye q- no pudo hablar porque sintió unos labios junto a los suyos, mierda, eran suaves y carnosos, no pudo ni procesar bien cuando ya se estaba deleitando con estos ¿Comó un beso podía ser tan erótico? Tranquilamente podría tratar de matarlo y no lo esquivaria ¿Qué le estaba pasando? ¡Jamas permitiría algo así!

-Vamos, no seas tímido Leone-

Esa voz... Esa dulce voz embriagadora, caía como miel por sus oídos, espera ¿Comó sabia su nombre?

-Tocame-

Y se fue todo al diablo, volvió a besarla como si se tratará de una necesidad tan urgente como el aire a sus pulmones, una de sus manos se perdió en su largo cabello y otra le apretaba la cintura, sus sentidos le gritaban que debia detenerse y huir, pero es como si su mente estuviera embriagada y no logrará salir del hechizo

La mujer lo empujó al sofá y se puso a horcajadas sobre él, besandole el cuello y desabrochandole la camisa, aprovecho la cercanía a la ventana para abrir la cortina de golpe para que la luz de la luna los bañara a ambos, era una mujer sin dudas, su cabello era largo rubio y rizado, tenía la piel extremadamente pálida como si nunca hubiese tomado el sol del día y fría, nariz respingada, ojos brillantes de un color rojo intenso, tenía un cuerpo para morirse y aunque ya se habia asegurado de la estrecha cintura, los pechos y los muslos resaltaban, aunque llevaba un vestido extraño que jamás había visto, junto con unos tacones altos, estaba maquillada aunque le pareció innecesario ya era lo suficiente hermosa como para que usará algo, pero toda esa belleza no era normal, lógico, aún tenia la sensación de huir, estaba tan asustado como excitado

-Eres muy inteligente-

La miro sonreír y recorrer con sus largas uñas su quijada, esos colmillos ¿Era un vampiro? ¿Los vampiros existían si quiera? -¿Q-Qué quieres de mí?- cambio tan rápido sus facciones y cuando volvio a sentir algo fue su sangre recorriendo por su cuello ¿Lo había rasgado?

-¡¿Cuándo te di permiso para hablar?! ¡No entiendes que aquí mando yo!-

¿De qué profundidad habían sido los rasguños? La sangre brotaba de una forma anormal, quería mirarse o tocarse pero al parecer por el pánico su cuerpo no respondía

-Maldita sea, que desperdicio-

¿Lo estaba lamiendo? ¿Enserio estaba lamiendo las heridas? Ardía, su lengua ardía, era como si lo quemará (¡Muevete! ¡Muevete!) ¡¿Por qué su cuerpo no respondía?!

-Quería hacer las cosas fácil para ti, incluso me gustaste, quería jugar un rato pero eres un idiota, como todos los humanos-

El pánico se apodero de su cuerpo por completo, quería huir, correr, desaparecer, que la tierra lo tragara lo que sea, incluso gritar pero no podía ¿Comó ella sabia su nombre? ¿Iba a comerlo no?

-Te daré otra oportunidad, empecemos de nuevo-

Y volvió a sentir esos labios sobre los suyos ¡Mierda como era capaz de responder el beso pero no de moverse! Eso debía de ser algún encanto ¿Era una bruja?, volvio a ser acariciado solo que ahora más fervorosamente, le desabrocharon el cinturon, no sabía si tomar esto como una violación para ese momento

-Tu también lo estas disfrutando, cariño-

La escucho decir y pronto sintió la mano de ella sobre su miembro desnudo, la situación le parecía confusa y empezaba a sentirse mareado, no podía enfocarse bien en lo que ocurría, cuando volvió un poco en si mismo noto a la rubia prácticamente cabalgando su cuerpo inmóvil, más allá de sentir placer sentía desesperación, la mujer podría ser muy hermosa pero era obvio que no quería estar ahí

Estaba seguro que en algún punto se desmayaria, la sangre no dejo de brotar y quizá eso junto el miedo lo tenían en shock

-Vamos dulzura, no te duermas, aún no es suficiente para mí-

Seguido de eso sintio un pinchazo, no, dos, en el cuello, más abajo de sus heridas, la sensación fue horrible, jamás había sentido algo así, por primera vez en la noche un grito logró escapar de sus labios, su sangre se drenaba sin parar y perdía las pocas o nulas fuerzas que tenía, junto con un dolor agonizante, supuso que eso era lo que temia, y antes de que siquiera logrará pensar en la corta vida que tuvo o de  arrepentirse por algo cayo inconsciente.

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Al día siguiente, encontraron el cuerpo del policía Leone Abbacchio en su departamento en condiciones sumamente extrañas, nadie se explicó que había sucedido y tampoco le dieron demasiadas vueltas al asunto, el caso se cerró sin resolver.

🍷🐞🍷🐞
¡Ultimo día de la AbbaGio Week!
Mil gracias a todos los que estuvieron siguiendo/leyendo durante toda esta semana, espero que haya gustado, en este último capítulo quise utilizar los tres tópicos: dicha, desesperación e inhumano, espero lo haya logrado plasmar bien, ya sé que en algunos países se celebra hallowen y pueden tomar a esto como algo así, sin embargo, yo no celebró eso, aqui en mi bello pais es el día del escudo🇪🇨

Hago una explicación, aquí Giorno es una chica vampiro, no le des vuelta al asunto demasiado, si no te gusta deja de leerlo.

Espero poder participar el siguiente año en la diokak y abbagio week (si es que las hacen xD)

Hasta el otro año(? Supongo xD

Aprovechó el auto spam, desde esta semana se retoma la publicación de mis fics en emisión, tengo uno Diokak y otro Abbagio por si gustas pasar a leer (´ω')

También hago comisiones de fics puedes escribirme si estas interesad@.

Bai bai♡

~FerDann31~