[Freek'n You]

175 19 2
                                    

Los molestos rayos de sol en la mañana habían provocado que abriera sus pesados párpados, estaba mal humorado, dio una vuelta en la gran cama notando que estaba solo, hace ya más de dos semanas que Giorno tuvo que ir a resolver un caso de ventas de drogas y aún no volvía, estaba tan acostumbrado a la presencia del rubio que no verlo le provocaba un vacío, pero estaba seguro que esa noche ya estaría de vuelta, como un idiota sonrió de lado, esa noche se cobraría por todas las que no había estado.

Solo con tener aquel pensamiento en mente su cuerpo reaccionó, y es que maldita sea, el de ojos zafiro era jodidamente hermoso, se sentía afortunado de poder de besar cada centímetro de esa pálida y tersa piel, de poder acariciar ese sexi cuerpo con sus callosas manos, de sacar ese lado tan sumiso y sin control que solo conocía él, de escuchar los melodiosos gemidos acompañados de su nombre, maldita sea cuánto más tardaría en llegar.

.

.

.

-Giorno ya hacía falta tu buena vibra en la casa- dijo el pistolero sentándose junto al rubio

-¿Eh?- no entendió muy bien a que se refería, dejo a un lado el libro que estaba leyendo para ver al moreno

Lo acercó abrazandolo por los hombros -En todo este tiempo que no has estado, Abbacchio ha estado con su cara de mierda y una actitud insoportable- se alejó nuevamente tomando su lata de refresco -Nose que pasa entre ustedes, pero vaya que tienes un efecto positivo en él-

-N-Nose de que hablas Mista- intento negarlo pero su rostro no tardo en sonrojarse

En tono burlón -No te hagas, nadie aquí es tan idiota para no notar que algo nos ocultan, ignoremos a Narancia- alego al final

-¡¿Qué estas hablando de mí?!- grito desde el comedor el de bandada naranja

-Dijo algo sobre que eras idiota-

-Maldita sea Fugo ¿No te han enseñado a cerrar la boca?-

-El único idiota aquí eres tu Mista, yo al menos no ando creyendo que el número cuatro es...-

El rubio, acostumbrado a esas pequeñas riñas prefirió no intervenir, y aprovechar la situación para "escapar", fue directo a la habitación del peliplateado con cuidado de que nadie lo viera. En el segundo piso solo se encontraba su habitación y la del mayor, pero prácticamente con el tiempo paso a estar más en esta última que en la suya, tenía varias cosas ahí y de todas formas iba a esperarlo, aunque ya era bastante tarde y no volvía. Se cambio y solto su complicado peinado para dejar caer su largo cabello sobre sus hombros, estuvo un rato en su celular hasta que se abrió la puerta, era imposible que fuese alguien de la gang, porque buenos todos le tenían una clase de " respeto/miedo" a Abbacchio y de todas maneras si fuera Bruno, él ya lo sabía.

Un día de extenso papeleo aburrido, quizo liberarse de toda esa montonera más temprano pero como llego tarde (por estar perdiéndose en pensamientos lujuriosos) termino por salir más tarde. Abrir la puerta de su habitación nunca le pareció la gran cosa hasta ese día luego de tanto tiempo; no quizo mostrarse desesperado así que actuó tan normal como pudo, cerró la puerta tras él sin antes asegurarse que este bien cerrada, se sento en una de las esquinas de la cama soltandose el cabello que habia llevado en cola todo el día.

-Vaya que me has extrañado- hablo primero el rubio dejando de un lado su celular acercándose al mayor -¿Un aburrido día de papeleo?- acarició los hombros de este como de costumbre

-Bienvenido supongo- dijo sin importancia -Y sí, estoy harto del maldito papeleo, mañana hablaré con Bucciaratti, necesito una verdadera misión- suspiro relajandose por el toque -¿Comó te fue a ti?-

•|Un'altra Possibilità|• •|AbbaGio Week 2021|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora