Capítulo 5

18 12 3
                                    

Capítulo 5

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 5

La cruda es la peor parte de despertar al otro día de una fiesta, abrí los ojos acostumbrándome a la luz y un calor sofocante invadió mi cuerpo. Mi ceño se frunce, no recordaba haberme cambiado anoche. Además, ¿Cómo llegue a mi cama anoche? La respuesta no se hace esperar, un ronquido me sorprende. A mi lado se hallaba Max y no estábamos en mi habitación, era la suya. Las paredes negras y afiches de banda de rock me dieron una idea, pero no estábamos solos, sus amigos también se encontraban allí.

Cassie, ¿Qué hiciste para terminar en su habitación?

Intente levantarme sin hacer ruido, pero Max fue más rápido evitando mi plan. Se colocó encima de mí, cerrando mis piernas y apretó mis brazos encima de mi cabeza. Inmóvil me di cuenta de que no usaba camisa, mi mirada sin querer bajó hasta sus músculos.

—¿Disfrutas la vista? —su voz me devolvió a la realidad, avergonzada mis mejillas se sonrojaron.

—¿Qué hago aquí? —respondí, con otra pregunta.

—Buenos días para ti también, Cassie— se burló—. Pues era venir aquí o quedarte durmiendo en el pasillo mientras mi amada primita follaba toda la noche.

—Tengo que hablar con Maggie— susurré, más para mí que para él.

—Descuida, mi cama está disponible para ti las veces que desees—. Max me guiñó un ojo, riéndose.

—¡Levántate! ¡Ahora! —chillé.

—¿Qué son esos gritos? —se quejó Marcus, el pánico se apoderó de mí y me escondí detrás de Max. Vamos, esos chicos querían matarme hace un mes.

—Tranquila, Cassie—. Max usó un tono de voz bajo, mis ojos se hallaban cerrados y juraría que temblaba—. Nadie aquí te hará daño, te lo prometo.

—¿Por qué confiaría en ti? Eras el primero en querer eliminarme— murmuré.

—Digamos que tienes protección temporal por el consejo— explicó Chris—. Era nuestra tarea no dejar cabos sueltos, no lo tomes personal.

—Claro, eso me hace sentir mejor— bufé.

—Pues ayer salvamos tu trasero, estamos a mano— dijo Marcus.

¿De que hablaba? No recordaba nada.

—Me voy— comenté. Me levanté con ayuda de Max, tomé mi ropa que se encontraba en el piso a un lado de la cama y dejé a los tres chicos viéndome el trasero.

Mi habitación estaba vacía, conseguí una nota de Maggie invitándome a desayunar con ellos en la cafetería, boté la hoja en la basura del baño y despojándome de la camisa de Max, me di una ducha. Al terminar de vestirme, tocaron la puerta. Una chica rubia estaba allí, observándome.

IMPOSIBLE (SAGA ÍMPETU - LIBRO 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora