Capítulo 3

28 12 5
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Capítulo 3

 La directora Jósephine seguía hablando sobre las clases de deporte, nuestros horarios disponibles y algo sobre "conocernos mejor". Max se encontraba aburrido, observando hacia todos lados, de vez en cuando asentía y yo me sentía consternada. Era inevitable pensar que un uniforme tan feo le quedara tan bien, combinaba a la perfección con sus ojos. Por favor, deja de babear y disimula, susurró.

¿Sabía que lo escuchaba?

—¿Disculpa? —inquiero, llamando la atención de los presentes.

—Señorita Durand, ¿Qué sucede? —intervino Jósephine.

—¿No escuchó?

Ella negó, Max se levantó de un brinco y me estudió con la mirada.

—¿Tú me escuchaste?—. Su voz ronca dirigiéndose por primera vez a mí me mareó, intentando mantener la compostura le respondí.

—Estoy junto a ti, claro que lo hice.

—Carajo— murmuró, ganándose una mirada de reproche de Jósephine.

—Señor Petrova, modere su vocabulario.

—Me niego a ir con él ni a una clase— dije, tomé mis cosas y me retiré. Creí que me retarían, pero nadie me llamó así que fui al único lugar seguro que conocía: mi habitación.

Maggie, quien me había dejado en la oficina no se hallaba en la habitación. La segunda clase seria en unos minutos, biología. Abrí el cajón de la mesa de noche, lo primero que noté fue el frasco de vitaminas que me dio la enfermera y ya había olvidado. Conseguí también mi objetivo, un iPod viejo que me regaló mi padre hace unos años atrás y mis inseparables audífonos. Los guardé en mis bolsillos, sí la falda tenia y fui en busca de agua para las pastillas. Antes de salir, por debajo de la puerta se deslizaron dos sobres. Tomando uno, leí su interior: Fiesta el viernes en la cabaña. Maggie ingresó con su característica sonrisa, saludándome.

—Cassie, te estaba buscando— informó— ¿Qué tienes allí?

—Invitaciones, ¿Sabes dónde queda la cabaña? —pregunté, entregándole los sobres.

—¡Esto es genial! —chilló emocionada—. Es una fiesta de bienvenida, ¿Iremos?

—Seguro, pero primero a clases— comenté, enredando nuestros brazos y arrastrándola al aula.

Ese día transcurrió sin más contratiempos, Max desapareció y con él, todos mis problemas psicológicos. A la hora del almuerzo conocí al resto de los amigos de Maggie, eran tres chicos y para mi sorpresa, no había chicas en ese círculo. Valerio, el novio de ella era un joven simpático de cabello rubio rizado y ojos cafés. Aarón, lo llevaba negro azabache y ojos azules que pueden hipnotizarte, me parecía realmente guapo. Y por último, Blake, castaño y de pecas, su aura era dulce y emanaba paz.

IMPOSIBLE (SAGA ÍMPETU - LIBRO 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora