Cassie siente que la acechan, desde un extraño suceso en su vida piensa que hay más de lo que podemos ver y quiere demostrarlo, o por lo menos creer que no está loca.
Obligada a una nueva vida en Luisiana, un internado de Élite y compañeros poco con...
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Capítulo 6
Las clases habían finalizado, lo que significaba que tendría noticias pronto del consejo. Esperaba a Jósephine en mi habitación, Maggie caminaba de un lado al otro mordiendo sus uñas y podría apostar que si seguía así, además de aumentar mis nervios, le abriría un hueco al piso. Reflexioné un poco sobre lo que sabía, hasta hace un mes todo este mundo me hubiese parecido una locura si no lo viviera yo misma. Se supone que los demonios son almas sin corazón, dispuestos a matar y andan vagando, o eso es lo que les enseñan a los humanos. Sin embargo, ver a mi compañera mientras sus piernas tiemblan como gelatina, me hace creer otra cosa totalmente diferente. Y si es así, ¿son capaces de amar? Max y Aarón llegaron a mi mente, me moría de ganas por descubrir el tema de Elena y si estos hermanos estuvieron involucrados con ella... ¿Max cambió a Elena por Abril? O ¿Elena eligió a Aarón por encima de Max? Maggie tenía las respuestas, pero enfrentaría a Jósephine para saber cuál sería mi destino, antes de ponerme a pensar en los Petrova.
Tocaron la puerta, anunciando la llegada de mi tutora. Jósephine usaba un vestido gris ceñido al cuerpo, su cabello recogido y labios rojos. Imponente, como siempre. Nos saludó a ambas, luego le pidió a Maggie que se retirara, fue cuando mi ansiedad creció. La chica de cabellos morados hizo caso a su petición, dejándonos solas. En la habitación teníamos un escritorio para estudiar, Jósephine tomó esa silla y se sentó frente a mí. Se suponía que debía ir a su oficina, pero cambió los planes a último minuto y estaba por descubrir la razón.
—El fin de semana iras a visitar al consejo, Cassie— dijo—. Conocerás a sus integrantes, tendrás que pasar desde el viernes hasta el domingo y el lunes volverás aquí. Al parecer, eres una persona de interés para ellos.
—¿Y eso por qué? —curioseé.
—Veras, estas paredes son una fachada Cassie— comentó—. Los demonios son capaces de escuchar conversaciones a kilómetros, por eso no nos reunimos en mi oficina.
—¿Y eso que tiene que ver con ser una persona de interés? —pregunté—. Jósephine, por favor deja de dar tantas vueltas y suéltalo de una vez— reclamé, su ceja se levantó y mis mejillas se ruborizaron—. Lo siento.
—Cassie, esta era la habitación de Elena una estudiante que falleció hace un año— explicó—. Ella al igual que tú, era aparentemente humana. El consejo decidió lanzar un hechizo aquí para que sus poderes en caso de tener, no sirvieran y por eso nada de lo que se dice aquí es escuchado afuera.
—Pero, ¿Falleció? Es eso ¿Posible? —indagué.
—No, los demonios son inmortales pero ella era diferente.
—¿En qué sentido?
—No lo descubrimos...
—Y es lo que quieren hacer conmigo, ¿Cierto? —Dije, exaltándome— ¿Realmente que harán conmigo el fin de semana, Jósephine?
