La hora del almuerzo llego para Alice, para nada era su hora favorita ya que, no podía comer siendo vampira y fingir no era para nada fácil, lo único que podía hacer era hablar con sus "hermanos'' adoptivos.Las puertas de la cafetería se abren y de ellas entra una chica pálida, ojos cafés pero en sus bordes un poco de rojo, cabello negro corto y, una pequeña cicatris en su mejilla; Alice se sorprendio a la par que sus hermanos al no sentir el corazón de la chica, lo único que pasó por su mente era que era uno de los suyos, un vampiro, la chica cautivo a todos en la cafetería y, Alice sintió un poco de enojo por la miradas que le daban a la chica, su hermano Edward solo pudo dar una sonrisa torsida por los pensamientos de Alice, ella solo bufo, Alice se quedó inmóvil unos segundos por una visión y quedó sonriendo embobada por lo que vio.
─ que viste ─ preguntó rosalie con curiosidad, esa sonrisa era difícil de sacar en su hermana , Alice volteo a mirar a su hermana, la susodicha le dio una de sus mejores sonrisas para despues contarle lo visto.
La chica que entró en la cafetería era su compañera, o alma predestinada, las dos chicas corrían por un campo tomadas de las manos hasta que la visión se terminó;Alice no se espero y se acercó a la chica.
─ oh, tu debes ser Alice no es así señorita cullen ─ la pelinegra hablo sin mirarla, la chica levantó su rostro y río al ver una cara de confusión por parte de Alice
─ como sabes mi nombre.
─no te lo diré
─¿ese es tu don? ─preguntó haciendo reír más a la pelinegra ─ eres mi compañera y tengo derecho a saberlo ─ dijo una dominante Alice ─ no me das miedo hadita ─ se defendió la chica, Alice solo se apeno por lo dicho y se dio la vuelta para irse, no dio un paso cuando la chica tomó su brazo ─ puedo ver el pasado de las personas, ese es mi don ─ respondió la pelinegra soltando el brazo de Alice para luego salir rumbo a su clase.
Alice no paraba de pensar en esa chica, aún no sabía su nombre, la había enamorado, se robo su corazón.
─ podrías por un momento dejar de pensar en ella Alice ─ agregó Edward ─ no lo haré asta que sepa su nombre y sea mía ─ hablo Alice muy decidida
En clase de biología la hadita se encontró frente a su compañera, la chica sólo se sentó, pero una alice muy impaciente se acercó a preguntar su nombre.
─ ¿puedo saber tu nombre? ─ pregunto, la chica la miró unos segundos y dijo ─ me llamó... ─ la pelinegra fue interrumpida por el profesor quien llegó inesperadamente....