Draco sabía que nunca había sido valiente eso lo tenía más que claro; la boca se le había quedado seca cuando su padre había anunciado en la cena con los Greengrass el compromiso de su hijo con la hija menor del matrimonio.
El rubio quiso gritar pero los Malfoy nunca demuestran emoción alguna.
Los elfos empezaron a servir de la mejor reserva de vinos el tomo la copa su mano tenía un pequeño temblor su vida se había vuelto un lío con ese anuncio.
- Te encuentras bien Draco - su madre le susurró.
- Porque no me avisaron antes de ese compromiso - su voz salió cortada y decidió darle un trago a la bebida.
- Sabes que eso fue idea de tu padre - miro a su marido - Las cosas no van muy bien después de la guerra.
- Y por eso me tengo que sacrificar - apretó los dientes - Por el deje que me marcarán, tuvimos que hospedar a un lunático no es suficiente con eso para Lucius tiene que decir mi vida.
- Draco sabes que esto es muy común en las familias sangre pura.
- En este momento me gustaría ser muggle.
- ¡ Draco !
Todo el mundo se giro para mirar a madre e hijo.
- Si me disculpan me retiraré - dejo la copa en una mesita - No me encuentro bien - escucho que su padre lo llamaba - Que tengan una linda velada.
Tendría que mandar una carta con urgencia.
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Apenas empezaba a ser libre cuando su familia le había cortado las alas, sabía que estaba perdido; le había costado horrores comentarle lo de su compromiso y eso que está en la etapa de cortejo, la chica se había hecho la dura pero había sabido su tristeza al ver qué el brillo en sus ojos había desaparecido.
Todavía se reprendia por hacer sentir mal a esa persona que le había dado otra oportunidad.
- Draco a quien miras - su prometida le susurró.
- A nadie Astoria.
No sabía porque había aceptado ir a la fiesta de fin de año del Ministerio.
La vio entrar de la mano de San Potter; traía un vestido rojo corte sirena que resaltaba su color de piel, era como cuando la vio en el baile de navidad de cuarto año.
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No sabía cómo se había armado de valor para asistir a ese evento, había estado decaída los últimos días, la noticia de que el chico con el que tenía un " free" se casarían en primavera la había descolorado por completo no pensaba que sus sentimientos por Malfoy habían crecido más, pero debía que dejar de pensar en el chico y volver a ser ella misma por eso optó por lucir deslumbrante no quería que el supiera que estaba sufriendo, el rojo siempre había sido su color que mejor que usar el vestido de la venganza como Lady Di lo uso una vez en el mundo muggle; desde que entró al lugar sintió una mirada clavada en ella.
- Te ves bien - el chico se le había acercado cuando ella estaba sola.
- Lo se; felicidades por tu compromiso hacen bonita pareja.
- Por favor; sabes que yo no tengo nada que ver en esto.
- En verdad no importa; te vas a casar cierto.
- Mi padre lo decidió.
- Siempre pudiste haber dicho no - lo miro, sentía su corazón romperse por cada momento que pasaba cerca del chico - Iré a tomar aire.
- Espera - trato de seguirla pero decidió quedarse en su lugar.
- Interrumpo algo - su prometida lo miró - Era Granger con quién hablabas cierto - se mordió una uña.
- Que oíste.
- Todo - se acercó a su oído - Sabes no me importaría compartirte con Granger claro si también me la compartes - le susurró.
- ¡ Vete a la mierda Astoria ! - tenía que encontrar a Hermione.
Greengrass sonrió al fin y al cabo Draco sería valiente una vez en su vida y lucharía por lo que si corazón quería igual estaba triste porque ese mago nunca le compartiría a Granger.