Un pequeño Cédric Diggory miro el regalo de navidad de su madre.
- Te ha gustado amor - la mujer estaba expectante por la reacción del menor.
- Es amarillo - el niño levantó el suéter que era de un amarillo huevo - Sabes que no me gusta el color mami.
- Yo te advertí - el señor Diggory miro a su mujer.
- Callate Amos - miro al niño que miraba con desagrado el suéter que si madre había hecho - Vamos Cédric pruébalo que es muy calientito.
- Pero mamá.
- Hazlo por mi.
- Está bien - el niño se dio.
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El niño se miro en el espejo el suéter era varias tallas más grandes que el.
- Creo que me emocioné con el tejido - la mujer se tocó la mejilla - Tal vez el próximo año te quede bien.
- Gracias mamá - se quitó el suéter - Lo guardaré no quiero ensuciarlo.
- Sí - vio a su hijo alejarse - Creo que no le debía hacer caso a Molly - miro a su marido - Un suéter tejido no es el mejor regalo.
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Al niño su madre siempre le había regalado cosas color amarillo no entendía el porque.
- Verás que Hogwarts te va a encantar - su madre no le había soltado la mano en todo el viaje - El Director Dumbledore es todo un personaje y la profesora Mcgonagall es muy buena en su materia vas a aprender muchísimo Cédric y también están el profesor Flitwick y la maestra Sprout ella es la jefa de la casa Hufflepuff.
- La casa amarilla - pregunto el niño.
- Sí.
- Es donde papá y tú estuvieron.
Así es.
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Cédric sabía que era un niño muy trabajador, pero esperaba tener las cualidades de otra de las casas tal vez la azul o la verde estarían bien ya en la roja había muchos niños Weasley sabía que para su tranquilidad no era una opción la roja.
- ¡ Hufflepuff ! - gritó el sombrero seleccionador estaba en la casa amarilla.
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El joven miraba como todos sus compañeros de casa gritaban al unísono su nombre todos tenían la cara amarilla con el tiempo le había agarrado cariño al color; solo esperaba llevar el trofeo y la gloria a su casa, de reojo vio a sus padres orgullosos, su madre traía aquel suéter amarillo que el decidido nunca usar cuando saliera de aquel laberinto le preguntaría a su madre donde lo encuentro.