Parte 3

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Disclaimer: Naruto y todos sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.

Aclaraciones: Esta es una traducción autorizada de la historia "The Sacrificed", escrita por SasuNarufan13. Pueden encontrar su perfil e historias originales en Ao3 y Fanfiction(net).

Advertencias: Ambiente medieval, hombres lobo, contenido +18, violencia, Mpreg, referencias a acoso sexual, parto, lactancia masculina...

Notas: Este fic es la segunda parte de una serie llamada "El lobo y su sacrificio". Cuenta con 9 capítulos, todos desde el punto de vista de Naruto.


El Sacrificado

Naruto es consciente de no ser importante para la mayoría de los aldeanos, pero jamás pensó que en serio lo fueran a sacrificar a la Bestia.


Parte 3

El nido ya no era solo de Naruto. Ahora era suyo y de Sasuke.

La noche siguiente a la tarde durante la cual Naruto había aceptado convertirse en su compañero, el rubio observó a Sasuke dar vueltas por la cueva, colocando otro trozo de leña en el fuego para que las llamas no se extinguieran. Puede que ya fuera el apogeo del verano, pero el calor no llegaba tan profundo dentro de la cueva y Naruto al menos necesitaba una fogata encendida durante toda la noche para no sentir demasiado frío.

Mientras observaba a Sasuke, se le vino a la cabeza que durante todos esos meses que llevaba aquí, el lobo siempre dormía al otro lado de la cueva, dejándole el nido a Naruto. Darse cuenta de que Sasuke había estado durmiendo probablemente bastante incómodo todo este tiempo solo para que Naruto pudiera tener el nido lo hizo sentir mal. Tendría que remediarlo.

—Puedes dormir conmigo, ¿sabes? —dijo y se sonrojó cuando Sasuke se volteó a mirarlo con una ceja alzada. —Quiero decir, podemos compartir el nido. Es lo suficientemente grande, ¿no?

—Lo es. —estuvo de acuerdo Sasuke, acercándose en silencio. —Pero, ¿estás cómodo con la idea de compartir? No me importa dormir en otro sitio.

Naruto negó con la cabeza y se hizo para atrás, palmeando el espacio frente a él.

—No, eso no estaría bien. N-No me importa compartir.

Ojos negros se entrecerraron ligeramente, estudiándolo. Lo que fuera que estuviera buscando, debió encontrarlo, ya que asintió y se dejó caer de rodillas sobre el nido grácilmente.

— ¿Cómo quieres hacer esto?

Naruto lo miró desconcertado, sin haber pensado realmente tan lejos. Sus ojos recorrieron el nido, estudiando la mezcla de pieles y almohadas hechas a mano, llenas de todo tipo de suaves plumas. Con el paso de los meses, Sasuke había ido añadiendo más y más capas al nido, hasta el punto en que Naruto ya no podía sentir ni el más mínimo indicio del frío suelo de la cueva.

Una gran sábana reposaba a sus pies, aunque suponía que no iba a necesitarla durante un tiempo si Sasuke comenzaba a dormir junto a él. Hace semanas atrás había descubierto que, sin importar la temperatura de afuera, la temperatura del cuerpo de Sasuke tendía a estar más caliente que la de Naruto, así que con el fuego ardiendo felizmente en la improvisada fogata y Sasuke junto a él, no tendría que utilizar la sábana probablemente hasta que el invierno llegara.

—Erm, ¿tú junto a mí? —sugirió el rubio embarazosamente, rascándose la nuca. —Aunque no sé si pateo en la noche, así que... ¿lo siento de antemano?

—No pateas en la noche. —respondió Sasuke tranquilamente. —Apenas te mueves.

Una parte de Naruto pensó que debería darle algo de miedo, o al menos considerar extraño que Sasuke supiera eso, pero desde el inicio supo que Sasuke ocasionalmente se asomaba para saber cómo estaba durante la noche.

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