Parte 7

1K 105 7
                                    

Disclaimer: Naruto y todos sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.

Aclaraciones: Esta es una traducción autorizada de la historia "The Sacrificed", escrita por SasuNarufan13. Pueden encontrar su perfil e historias originales en Ao3 y Fanfiction(net).

Advertencias: Ambiente medieval, hombres lobo, contenido +18, violencia, Mpreg, referencias a acoso sexual, parto, lactancia masculina...

Notas: Este fic es la segunda parte de una serie llamada "El lobo y su sacrificio". Cuenta con 9 capítulos, todos desde el punto de vista de Naruto.


El Sacrificado


Naruto es consciente de no ser importante para la mayoría de los aldeanos, pero jamás pensó que en serio lo fueran a sacrificar a la Bestia.


Parte 7


Incluso a pesar de saber que Sasuke jamás le mentiría, Naruto no pudo evitar sentirse inquieto el primer par de días luego de la muerte de Danzo.

Esperaba que algunos de los guardas de Danzo aparecieran de la nada, tal vez incluso otro ejército de cazadores para terminar el trabajo. O los propios aldeanos, queriendo saber qué había pasado con el hombre que había sido tan relevante en su comunidad por tantos años.

Pero nada pasó. No apareció ningún cazador, ni guarda, ni aldeano. Conforme pasaron los días, convirtiéndose en semanas, sin ninguna señal de peligro, Naruto finalmente se relajó, contento con el conocimiento de que al fin estaban completamente a salvo. Nada de cazadores intentando lastimar a Sasuke otra vez, nada de las personas del pasado de Naruto planeando algo en su contra.

Estaban a salvo en su nuevo hogar, protegidos de cualquier presencia humana gracias a la mismísima Reina de las Hadas. Y, a pesar de que este no sería su hogar permanente, de que en algún momento del próximo año partirían en dirección a la familia de Sasuke, estaba decidido a disfrutar el tiempo que les quedaba aquí, preparándose para el nacimiento de su cachorro.


-.-.-.-


Sasuke había salido a capturar la cena y Naruto se había quedado frente a la cueva, su espalda siendo soportada por la fría pared de roca. Estaban probablemente a mediados de junio y el verano había comenzado a arder sin piedad, el calor atenazándolo cada vez que se atrevía a poner un pie afuera.

Afortunadamente, aquí junto a la cueva todavía había sombra y el inherente frío de la piedra le aseguraba no acalorarse demasiado en lo que esperaba a que Sasuke regresara. Había prescindido de su camiseta por ahora, optando por usar solamente unos pantalones cortos y, mientras estaba sentado ahí, sonreía cada vez que la piel de su vientre se movía cuando su bebé lo empujaba con una mano o un pie.

Había entrado a su octavo mes de embarazo, acercándolo cada vez más y más al parto, y su vientre había aumentado bastante de tamaño, haciendo que perdiera el equilibrio cada vez que intentaba ponerse de pie. Sasuke era tan gentil de no reírse de él y simplemente lo ayudaba a levantarse cada vez. A Naruto no le importaba demasiado, ya que incluso luego de llevar a ese bebé en su vientre por casi ocho meses ya, siempre se impresionaba cada vez que sentía los movimientos dentro de él como si fuera la primera vez.

Estaba frotando su redondeado vientre distraídamente con las manos, preguntándose en voz alta dónde podría Sasuke estar ahora, cuando llegó a sus oídos un ruido agudo. Frunciendo el ceño, alzó la vista, tratando de localizar la fuente. Había un par de aves cantando arriba en los árboles, pero su canto no se acercaba a ese chillido de antes. ¿Era otro animal, entonces? Pero, ¿qué tipo de animal podría estar haciendo ese alboroto?

El SacrificadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora