Knee Socks » Punk Louis

» Nueve [parte dos]

N u e v e

Ver su cara caer después de lo que le dije era algo para tomar nota. ¿Cómo pude decirle que era como una hermana pequeña para mí? Era todo menos eso. Dalilah era un soplo de aire fresco, el sol y todas sus estrellas, su piel pálida y el pelo negro. Ella no era como una hermana. Quería protegerla, sí, pero también queria besarla hasta que sus labios estuviesen rojos e hinchados y tenerla sentada en mi regazo mientras vemos la televisión. No me gusta esto de estar alejados,nos sentamos a metros de distancia el uno del otro en la misma maldita cama, y ​​actuamos como si estuviéramos interesados ​​en el show cuando realmente me tiene sin cuidado. Mi punto de vista era Dalilah, quien actualmente estaba viendo el show en inmensa expectación, abriendo los ojos y la luz de la pantalla iluminaba su rostro. Se pasa la lengua por su labio inferior mientras masticaba,y me he de estar loco si no pensara que ella se veía tan malditamente linda.

"¿Puedo tener un poco?" Dije. Me acosté en la cama, poniendome rápidamente tan cerca de ella como fuese posible y esperando su reacción. Ella comenzó a masticar más y más lento cuanto más me acercaba, su pecho subía y bajaba notablemente. Nunca una vez rompí nuestro juego de miradas cuando me acerqué y esperé una respuesta.

En el momento en que habló, nuestros cuerpos estaban a sólo unos centímetros de distancia el uno del otro,

"Claro"

Tomé nota de cómo se quebró la voz, y al parecer lo hizo ella tambien. Sus mejillas teñida de un color rojo oscuro mientras miraba hacia abajo; avergonzada. Cambié el tema al preguntarle cuál era su savor favorito

"Cereza", dijo.

Alcancé uno de cereza y me lo comí. Mi boca se mientras hacía un sordo sonido, y yo no podía dejar de sentir como Dalilah me estaba mirando. Fingí alcanzar otra pieza, pero en realidad sólo quería confirmar mis sospechas. Como me di vuelta, atrapé a Delilah con la mirada fija en mis labios, no en en la televisión frente a ella. Cuando se dio cuenta de que la estaba mirando, sus ojos lentamente arrastrado hasta mi cara hasta que nuestros ojos se encontraron. Yo quería que me besara, pero no creía que fuese a suceder, después de todo lo que dije que no había manera en el infierno de que me besaría. Pero eso no significaba que no quisiese que ella me besara, y eso no significaba que no podía hacerlo yo mismo. ¿Qué tan malo podría ser un beso? Yo podría hacerlo aunque sea por un breve momento y rápidamente disculparme y actuar como si nunca hubiera pasado. Sólo inclinarme y besarla ..

"Estoy aburrida", dijo Dalilah, trepando rápidamente fuera de la cama, me maldije por no tomar la oportunidad cuando la tenía. Ella caminaba delante de mí y de la televisión, tan cerca que no tenía que hacer esfuerzos para ver su rostro. Su trenza colgaba a un lado de la cabeza pero de repente tomó la cinta que amarraba el final y se la sacó, y su hermoso cabello cayó como cascada en su espalda, una hermosa, oscura, larga y ondulada cascada.

"Es mejor así", le dije. Ella no dijo nada, sólo me miró.

"¿Podemos ir a hacer algo?" -preguntó ella.

"Es la una de la mañana," dije.

"Y?"

"Realmente no se puede ir a cualquier lugar a esta hora de la madrugada"

"Podríamos ir a tu casa!" ella sonrió y casi me ahogo. ¿Estaba loca?