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U n o

Se había convertido una rutina diaria para mi mirarla bajar del bus en las tardes. Ella no tenía auto, no tenía ni idea del por qué pero de verdad quería saber. Anhelaba saber todos los detalles, todas las tragedias y todos los recuerdos de la vida de esta hermosa mujer. Pero ella nunca me había visto, porque yo nunca salía de mi casa a menos que ella estuviese en la escuela o con sus amigas. Si ella me mirara por un breve momento, si sólo un segundo hiciéramos contacto visual, no creo poder alejarme de ella nunca más. Pensar que ella sabía que yo existía cambiaría todo para mi, es por eso que me quedo aquí. A lo mejor, si ella no sabía quién era, yo no tendría que preguntarme si tengo una oportunidad con ella o no.

Si alguna vez pongo mis manos en ella sé que la arruinaría; la volvería alguien que nunca estaría destinada a ser. Cuando la veo, no veo a una pequeña mujer a mi lado. La imagino alta y hermosa con venti-un años, con un esposo rico y dos hijos, viviendo en una gran casa pintada de blanco, no viviendo en mi pequeña casa donde las paredes empezaban a despegarse y donde el suelo sonaba cada vez que lo pisaban. Nunca la imaginaría a ella, joven e inocente, desnuda y enredada entre mis sabanas, en mi cama. No era algo que veía en un futuro, pero quería que pasara y mucho.

Mis ojos se dirigieron al reloj. Sólo dos minutos, pensé. Caminando hacia mi sofá, me senté y abrí mis cortinas para aclarar la vista desde mis ventanas oscuras. Mi corazón empezó a palpitar rápidamente y no había nada que pudiese hacer al respecto.

Cada segundo mis ojos se fijaban en el reloj.

23 segundos.

Estaba al tanto de lo patético que era sentarme ahí y esperar a que una chica de dieciséis años viniera de la escuela. Ni siquiera mis amigos cercanos sabían sobre ella, y no quería que lo hicieran. Ella era mi secreto, sólo mio.

Apuesto a que ella ni siquiera sabe lo que causa en mi, cómo ella invade mis pensamientos y pervierte mi mente con interminables fantasías que nunca diría en voz alta.

10 segundos.

Mordiendo mi labio inferior conté los segundo a medida que el reloj lo hacía.

9...8...7...6...

El grande y amarillo bus escolar con ventanas tan oscuras que no se podía ver nada, hizo su aparición. Las puertas se abrieron e innumerables chicos empezaron a salir de él.

5...4...3...

Mi garganta se cerró y dejé de respirar. Vi el primer pie tocar el escalón. Reconocería esas viejas y blancas converse donde fuera.

2...

Bajó otro escalón dándome una vista clara de sus medias hasta la rodilla, hoy eran de color blanco con pequeños lunares negros. Bajó otro escalón, y otro, hasta que sus pies estuvieron completamente en el pavimento.

1...

Mis ojos viajaron desde sus zapatos, hasta su pálida piel de las piernas, la que no tapaba el vestido. Su vestido era blanco, y ajustado a su cuerpo, mostrando su pequeña cintura y sus pechos desarrollados que miré más tiempo del que debía. Mis ojos fueron hasta su redondeada cara y sus ojos azules llenos de curiosidad, como si ella nunca hubiese visto su propio vecindario.

Su cabello oscuro estaba atado en una coleta baja y algunos mechones caían en su rostro, y sus puntas estaban onduladas.

No creía en los ángeles, pero si fueran real ella sería el ángel más hermoso de todos. Para mis ojos, ella era la mujer más hermosa que había visto en la Tierra.

Si mis amigos supieran todo lo que esta chica me hace sentir nunca me dejarían en paz. Después de todo, no era normal en mi mostrar afecto, mucho menos a una pequeña chica de la que ni siquiera conocía el nombre.

Es por eso que ella era mi secreto, mio, para siempre.

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Perdonen la tardanza al subir, trataré de hacerlo más seguido. Gracias por sus votos y comentarios :)

Les quiero hacer una pregunta, ¿Qué les parece la historia hasta ahora? Por favor, no sean fantasmitas, me encanta leer sus respuestas.

Por favor, comenten y voten <3

-Natalia