16.- Recibir una llamada de (aparentemente) tú mismo.

58 1 0
                                    

❀*ೃ༄Fandom: Jujutsu Kaisen

❀*ೃ༄Ship: NanaIta

❀*ೃ༄Advertencias: Yaoi, Violencia, Intento de terror, Gore, Universo semi-canon

❀*ೃ༄ Cansado y lastimado responde el teléfono si saber ya que numero de vez es, el sonido sibilante que sale de la bocina poner sus vellos de punta, una respiración pesada y angustiosa, como si esa persona estuviera muriendo. Sin embargo, la que suena es una línea privada; la suya ❀*ೃ༄




 Sin embargo, la que suena es una línea privada; la suya ❀*ೃ༄

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Cuando abre los ojos inmediatamente siente el dolor en todo su cuerpo, la oscuridad no le permite ver en donde esta, pero intuye que dé debe ser un lugar enorme por el eco que hacen sus movimientos al sentarse. Por más que lo intenta apenas puede diferenciar la forma de sus manos frente a su cara, así que a tientas intenta buscar una pared para poder tener un punto de apoyo.

Rebusca en su mente la razón por la cual está ahí, sintiéndose como se siente, vamos; que a penas y recuerda su nombre lo cual de por si ya es extraño.

Se deja caer cuando por fin encuentra una pared, algo asqueado porque esta parece estar húmeda y resbaladiza. Al hacerlo siente en uno de los bolsillos de su chaqueta su teléfono y siente por eso que revive de nuevo. En cuanto enciende la pantalla y ve el fondo que tiene que los recuerdos que comienzan a llegar.





—¡Nanamin! —





El eco es tan terrible que cubre sus oídos, escuchando los regaños que le daría el mayor por hacer semejante ruido, delatando su posición a su captor.

Habían estado en una misión de reconocimiento en una gran mansión abandonada a las afueras de Tokio, hacía uno o dos años que la habían reparado para hacerla habitable; por lo que aunque los colores aún se mantenían frescos, pero la pintura y la escayola se estaban cayendo ya, un lugar donde al parecer muchos jóvenes se estaban perdiendo con una rapidez que pronto fue alarmante, por lo que les enviaron a ellos.

En cuanto entraron fueron recibidos por maldiciones menores, cosas que pudieron matar sin mayor problema, luego al girar por uno de los tantos pasillos las sombras les cubrieron, fue una batalla que a pesar de ir ganando pronto fue eclipsada por algo que ni supieron; ni pudieron prevenir.



¿Dónde estaría Nanami?



No se preocupaba realmente ya que era un excelente hechicero, pero después de tanto tiempo que pasaban juntos y esos sentimientos que habían comenzado a fortalecerse, le hacían no poder evitarlo. Reviso su teléfono, bajando la intensidad de la luz en búsqueda de señal y la linterna, pero ambas cosas eran en vano.

Fueron quizá un par de horas las que paso inconsciente, así que la batería iba por la mitad, no podía arriesgarse a que se apagara el aparato. Aun así, uso la luz de la pantalla para guiar el camino, caminando y caminando si rumbo fijo.

Era inútil hacer nada con esa aplastante oscuridad. Era inútil asustarse, porque no sacaría nada con ellos, lo que sí; era que sentía la sensación de quien alguien estaba detrás suyo. Siguió caminado y pronto, tuvo que usar sus manos para cubrir sus ojos por lo iluminado del lugar, como si de un momento hubiera aparecido ahí. Solo sintió un ligero tirón en la base de su estómago, así que cuando abrió los ojos, ante él se encontraba un largo pasillo completamente silencioso. A cada lado había puertas de madera y todas ellas estaban abiertas.

Entonces suena su teléfono, cosa que le hace saltar en su lugar, sabe que su mente ya se había estado poniendo en su contra debido a la oscuridad y ahora se le sumaba la desconfianza de la abrumadora luz, al contestar escuchar una respiración, una cansada, que se ahogaba en sí misma, como si se tratara de alguien que esta exhausto o a punto de desfallecer.

Cuelga inmediatamente porque por mas que pregunta de quien se trata no se escucha nada. Así que se arma de valor y se asoma a una de las habitaciones, la primera esta vacía, pintada de un café que le recuerda a las heces, quiere decirse a si mismo que no hay posibilidad que sepa como son porque no recuerda verlas, pero sabe que es un intento de su mente por mantenerle cuerdo.

Como no ve una salida pasa a la otra habitación, la que esta justo enfrente y se encuentra con la misma imagen, cuando esta por entrar a la siguiente su teléfono suena de nuevo, atendiendo sin mirar el remitente.



—¿Diga? — die en un susurro.



No escucha nada nuevamente, más que el sonido del movimiento, de algo que camina nuevamente. No sabe que es lo que sucede, porque nadie más que Goyo, Ijichi y Nanami tienen ese numero de teléfono. Cuelga nuevamente sin prestar atención mas que a su entorno, verificando habitaciones vacías. El pasillo llega a ningún lado, camina a la izquierda y ve mas pasillos con puertas abiertas, solitarias, vacías y sin sonidos.



—Un momento... este lugar no puede ser tan grande—



Justo al decir eso siente una presión en el ambiente, recuerda que ha estado recibiendo llamadas, por logia también podría hacer unas y encontrar finalmente a Nanami. Desbloquea el teléfono y busca el contacto del rubio, pero por más que llama no logra conectarla, se frustra, porque por más que expande su energía malditas si no hay nada que golpear a la vista, no podrá escapar

Tiene el teléfono en su mano, lo examina y; viendo la lista de llamadas realizadas y entrantes, nota algo muy peculiar ¡Eso no es posible! pensó, es su número telefónico el que aparece en el listado, seguramente estaba mal configurado el aparato, debía de ser eso.

Yuuji lo reviza como intentando reparar algún desperfecto, a pesar de que sabe es algo extraño y casi imposible. El timbre del teléfono suena de nuevo, viendo esta vez su número en la pantalla, mismo que no deja se sonar.

El sonido empezó a molestarle, sintiendo miedo, mejor dicho; un terror indescriptible, intento contestar, pero no pudo, algo en el fondo de su cabeza se lo impedía, las manos comenzaron a sudar copiosamente y su cuerpo se estremeció como si algo malo fuera a pasar si descolgaba el auricular, sintiendo su garganta tan seca que no podía tragar saliva.

Así que a pesar de todo lo que siente y haciendo acopio de su entrenamiento, desliza el icono y contesta, llevando la bocina a su oído.

El sonido de su corazón explota dentro de su cerebro, sintiendo el sudor frio bajar por su espalda, mojar su frente. Traga saliva espesa y espera, escuchando ligeros pasos dentro de la llamada.





—Un momento... este lugar no puede ser tan grande—





Yuuji suelta el teléfono al escuchar su propia voz, lo que había dicho momentos antes. Después un grito sale del aparato, haciendo que caiga al suelo por la impresión de lo no esperado. Es su voz la que se ha escuchado, concretamente cuando grito el nombre de Nanami momentos antes. No sabe lo que pasa, pero ya ha tenido suficiente, la tención está machacando su cabeza.

Corrió sin mirar atrás hasta mitad del pasillo, evocando su poder maldito en todo el cuerpo para poder atravesar las paredes hasta salir a la calle, no le importo el dolor en su cuerpo por la madera y el concreto hasta que sintió e aire fresco, es solo entonces que voltea y nota que las ventanas de la casa estaban clausuradas con tablones, la entrada principal tenía en las esquinas cintas amarillas pertenecientes a la policía; las cuales no recuerda haber visto al llegar y se habían roto al entrar.



Nanami estaba fuera esperándolo, malherido pero bien, alcanzo a ver como la puerta se cerraba detrás suyo con lentitud, encerrando la casa y la tenebrosa oscuridad con todos sus misterios.

FICTOBER CLICHES DE TERRORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora