I Don't Need To Heart Your Voice [Hakkai Shiba X Oc]

08. Los amigos de Hakkai.

Capítulo ocho.

《|Los amigos de Hakkai|》

Hakkai.

Ni yo mismo lograba creerme que le había hablado a Kori, de un momento a otro las palabras salieron solas.

Ya no me sentía tan cohibido de hablar con Kori, sentia que con ella podía hacerlo sin problema.

—¿Que tanto sonríes?— Yuzuha me miró con el ceño fruncido.

—Por nada importante.

—¿De dónde vienes?

—Estaba con Kori.

—Por eso andas tan contento.— Me sonrió ampliamente y ahora yo era el confundido.— ¿De que hablaron?

—No mucho, quedamos en que mañana volvería a la escuela.

— Me alegro de eso, pero dudo que solamente estés feliz por eso.

— ¿Esto es un interrogatorio o algo por el estilo?— Comence a subir las escaleras y la escuche llamar desde abajo.

—¡Cuentame de que hablaron Hakkai!

《○○○》

Me recoste junto a la puerta de la casa de los Kamaru esperando a Kori la cual no tardo en salir, le regalé una sonrisa y ella hizo lo mismo.

—¿Lista?

—Aja, vamos rápido o se nos hará tarde.— Me jalo de la manga de mi chaqueta para que caminara rápido.

Al llegar a la escuela todo estaba bastante tranquilo, nadie se le acercó al verla llegar conmigo.

Entramos al salón y nos sentamos en nuestros puestos, creo que Kori estaba por hablar pero alguien llegó.

—¿Eres Kamaru-Kun?— Preguntó una chica y ella asintió.— ¿Podríamos hablar un minuto? A solas.

— Ya vuelvo Hakkai.— Se levantó y ambas se alejaron un poco. Después de algunos minutos noté como la otra chica hizo una reverencia y Kori volvió junto a mi.

La mire a la expectativa de que dijera algo.

— Se disculpo conmigo, la habían amenazado con que si no me decía que fuera a la azotea le harían la vida imposible, pero ya esta todo bien.

—Me alegro de eso.

—Es raro escucharte hablar.

— ¿No te gusta?

—Yo no dije que no me gustara.— Me sonrió para después fijar su vista en su cuaderno, no pude evitar ponerme nervioso y me alegre de que no me viera ya que seguro estaba como un tomate.

Kori.

— ¿Haras algo hoy Hakkai?— Pregunte mientras caminaba junto a él devuelta a casa.

—Quede de ir a jugar videojuegos y comer algo con algunos amigos, ¿Y tu?

—Uhm, Yuzuha dijo que estaría con una amiga, así que creo que quizás me vea una maratón de mi serie favorita o quizás lea un libro.

Pegue un pequeño brinco para no tocar las rayas de la acera y lo escuché reír por lo bajo.

—No te burles, Kenma dice que son de mala suerte.

—Mala suerte sería que te cayeras por saltar.

— No me caeré.— Pegue otro brinco y ¡Oh sorpresa!