Academia De Shinigamis

Capítulo 23 - Contacto

Capítulo 23 - Contacto

Sakanade se estrelló contra el zanpakuto del Arrancar mientras que Kinshara chocó con una mano forzada con hierro. Por el rabillo del ojo de Shinji, el pequeño Shinigami cayó al suelo, la sangre brotaba de una herida crítica.

Shinji asintió a Rosé, quien se dirigió a Orihime. Shinji luego centró su atención en el Arrancar frente a él, quien estaba estudiando a Shinji con indiferencia.

"¿Quién eres tú?" preguntó el Arrancar en un tono monótono.

"Nadie de importancia. Solo dile a tu amo que su antiguo capitán te saluda." Los ojos del Arrancar se agrandaron. "Sin embargo, buena suerte viviendo lo suficiente para decírselo". Shinji se puso la máscara y los ojos del Arrancar se abrieron aún más de lo que ya estaban.

El zanpakuto del enmascarado se estrelló contra el de Ulquiorra con una fuerza asombrosa, empujándolo hacia atrás unos metros. El reiatsu que fluía alrededor de Ulquiorra se sentía exactamente como el de un Arrancar: una mezcla perfecta de hollow y Shinigami.

Una bola roja se formó de repente frente al puño extendido del enmascarado. ¡El enmascarado podría usar Cero!

El rayo rojo de destrucción aceleró hacia Ulquiorra. Envainó su zanpakuto y detuvo el avance del Cero con una sola mano extendida. Ulquiorra se sorprendió cuando el Cero todavía presionó hacia adelante, y golpeó con la otra mano la energía carmesí. Los ojos de Ulquiorra se entrecerraron en concentración mientras dominaba el reiatsu de Cero y desviaba el rayo carmesí hacia un edificio cercano. Solo después de que el humo se disipó, Ulquiorra se dio cuenta de que la niña humana que se suponía que debía secuestrar y sus tres protectores habían desaparecido, y su reiatsu era imposible de rastrear.

Aizen-sama no estaría feliz.

Rosé se dirigió a Orihime mientras Shinji interfirió con el Arrancar, y él gimió por dentro cuando la vio curando al Shinigami caído. No curaría a nadie más que a un amigo, y no era del tipo que dejaba atrás a un camarada, sin importar la situación. Ella también parecía muy preocupada; La herida del Shinigami tuvo que haber sido muy grave.

"Por favor, Rosé-san, por favor rescata a Hitsugaya-san," suplicó, confirmando las sospechas de Rosé.

Rosé miró hacia la batalla entre Shinji y el Arrancar y vio que Shinji estaba disparando un Cero, probablemente para mantener al Arrancar ocupado para que pudieran escapar. Rosé le ordenó a Orihime que se subiera a su espalda, rechazando sus agradecimientos y disculpas y enfocándose en el Shinigami herido. El Shinigami estaba en peligro de morir, debido al espantoso agujero en su pecho, pero Rosé pensó que el Shinigami probablemente podría soportar el transporte. Después de determinar que el Shinigami podía moverse y agarrar el estilo nupcial Shinigami, Rosé comenzó a regresar al almacén, consciente de Shinji pisándole los talones. Rosé miró al Shinigami que se suponía que no debía salvar.

Hiyori no estaría feliz.

Urahara miró fijamente mientras el humo salía del gran cráter frente a su tienda parcialmente demolida. Los daños de la pelea con los Arrancar iban a costar una fortuna ...

Una Garganta se había abierto justo encima del Shoten y cuatro Arrancar habían comenzado a atacar la tienda. Rangiku, Ikkaku y Yumichika se apresuraron a salir inmediatamente y comenzaron a defender la tienda, mientras que Urahara tuvo que evitar que Renji y Chad, exhaustos, hicieran lo mismo. Después de que quedó claro que los Shinigami eran ampliamente superados, Yoruichi, Urahara, Tessai, Jinta y Ururu se unieron a la refriega. Para disgusto de Urahara, Renji y Chad se unieron también, usando ataques de largo alcance que mantuvieron al Arrancar alerta. Después de que uno de los Arrancar, Luppi, casi muere con el shunko de Yoruichi, el Arrancar se retiró a Hueco Mundo. Nadie había resultado herido de muerte y los peores daños se habían producido en los alrededores. La mayor destrucción había sido causada por un Arrancar de pelo azul al que le faltaba un brazo,